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Tarta fría de queso sin gluten

julio 21, 2022

Llevaba tiempo detrás de "LA" tarta de queso sin horno definitiva. Ya sé que no os descubro nada, y que hay miles de recetas por ahí, pero a mí me ha costado encontrar una que salga siempre bien, y que tenga la textura y el sabor que estaba buscando. Nada original, nada raro. Solo esa receta a la que pienso volver una y otra vez siempre que quiera una tarta de queso cuajada en el frigo. El único descubrimiento que me atrevo a hacer es que para no comerla toda de una vez, decidí cortarla en porciones y congelarla. Y el resultado es muy, pero que muy recomendable. Si no la vas a tomar toda de una vez, vale la pena usar un molde rectangular,  por aquello de que te quedarán barritas o rectángulos que luego son más fáciles de comer como helados, y quedan más vistosos. 

Mientras tanto, aquí dejo esta receta que necesito de referencia, porque este verano por fin tengo mi tarta fría (o helada) favorita.


Tarta fría de queso sin gluten
Ingredientes
Para la base
200 g de almendra  cruda molida
30 g de azúcar moreno
40 g de mantequilla fundida

Para la crema de queso
280 g queso crema entero (Philadelphia o similar)
75 g de azúcar blanco
280 g de yogur griego
4 hojas de gelatina
2 cucharadas de leche
Zumo de 2 limones
1 cdta de extracto de vainilla

Preparación
Pinta con mantequilla un molde desmoldable de 20 cm, forra con papel de hornear y pinta de nuevo con mantequilla. Pinta también las paredes del molde.
Pon la almendra, el azúcar y la mantequilla en un robot de cocina y mezcla bien. Pon la mezcla en el molde preparado y extiende formando una capa firme y uniforme. Usa el reverso de una cuchara, una espátula en ángulo, o la base de un vaso para apretar la mezcla y conseguir una capa lisa.
Lleva al frigorífico unos 20, mientras precalientas el horno a 180º. Lleva al horno unos 12-15 minutos hasta que esté ligeramente dorada y firme al tacto. Reserva y deja enfriar.
Pon la gelatina en un bol con 50 ml de agua fría  y deja que se rehidrate unos minutos. Una vez se vuelva manejable, retira el agua, y vierte la leche. Lleva al microondas un minuto, y mezcla bien hasta que la gelatina se haya disuelto completamente.  Mezcla en un robot de cocina o con una batidora todos ingredientes del relleno. En este punto, yo le puse un acetato alrededor al molde porque el mío no es alto, pero esto es opcional. Vierte la mezcla sobre la base de almendra ya fría y lleva al frigorífico hasta que cuaje, al menos unas 4 horas antes de servir. Sirve con fruta fresca, con coulis de frutas, o sola. Aguanta bien en la nevera varios días.
También puedes hacer esta misma tarta en un molde rectangular, cortarlo en barritas y congelarlas. En verano apetecen a cualquier hora!

Polos de chocolate

julio 18, 2022

En plena ola de calor, no te pierdas esta receta y no dejes de probarla. La forma más fácil de hacer helado, solo para adictos al chocolate. Ya verás que te van a sorprender los ingredientes y te vas a enganchar pero a base de bien. 

Esto es un aviso, ahora, ya lo dejo a tu responsabilidad.

Los mejores polos de chocolate del mundo mundial

Ingredientes (para 8 a 10 unidades)
1 lata de leche de coco  (400ml)
1 lata de leche condensada (400 g)
50 g de cacao en polvo
100 g de chocolate sin leche (70% cacao)

Para la cobertura
100 g de chocolate
Almendras o avellanas picadas para decorar

Preparación 

En una batidora de vaso, pon la leche condensada y la leche de coco y mezcla bien para que se integren las dos. Derrite el chocolate al baño maría o en el microondas con cuidado de que no se queme, y añádelo a la batidora. Añade el cacao, y vuelve a batir hasta que tengas una textura cremosa y todos los ingredientes se hayan integrado. Pon la mezcla en los moldes de polo, inserta un palito, y lleva al congelador, preferiblemente toda la noche. Una vez los helados se han endurecido completamente, derrite los otros 100 g de chocolate en un vaso en el que puedas insertar los polos enteros. Mete cada polo en el chocolate líquido. Se endurecerá rápidamente, así que cuando empiece a cuajar, pasa los helados sobre un plato en el que hayas puesto una capa fina de los frutos secos picados. Deja que termine de cuajar del todo y sirve inmediatamente o reserva en el congelador hasta el momento de consumirlos.


Ensalada fría de pescado

agosto 30, 2021

Otra receta rápida, y perfecta para dejarla preparada con unas horas de antelación, irte a la playa o la piscina, o echarte la siesta, y tenerla lista en un minuto. Porque está mucho mejor reposada, y recién sacada del frigo, directamente.
Esta ensaladilla solo necesita que cuezas un par de filetes de pescado blanco (el que tengas a mano, fresco, congelado, del tipo que sea) si tienes unas gambitas también se las puedes añadir, y unas patatas. Yo cuezo las patatas, cortadas y con sal, y cuando les faltan unos minutos, añado el pescado y dejo que se termine de cocinar. Escúrrelo todo bien, deja enfriar y desmiga con un tenedor, y mezcla. Añade mayonesa y sigue mezclando hasta conseguir una pasta. Lleva al frigo en un bol tapado hasta el momento de servir, sobre pan tostado.
Con esta base, igual que con la ensaladilla, le puedes añadir lo que te apetezca/tengas dando vueltas por la nevera sin saber muy bien cómo gastarlo: léase unas aceitunas, algo de atún, o anchoas, o encurtidos, o zanahorias, o lechuga o tomate. O todo lo anterior.
Según el tiempo y las ganas que tengas, tendrás tu propia versión, porque con esta base de pescado y patata haces una ensaladilla de verano de chuparse los dedos.
Un par de estas tostadas con tu pan preferido con una ensalada y cena solucionada. ¿Te apuntas?


Sopa fría de pepino

agosto 25, 2021

Con el verano dando ya los últimos coletazos, todavía quedan días de calor en los que sigue apeteciendo comer fresquito. Al contrario que Mafalda, yo adoro las sopas en todos sus formatos; también las sopas frías. Pero con lo que no he podido nunca, nunca, es con el pepino.
Sí, has leído bien. Te traigo una sopa de pepino para decirte que no me gusta el pepino.
No soportaba el pepino (sigue sin volverme loca, la verdad) hasta hace nada. Este verano he empezado una terapia de desensibilización. Es decir, que lo he ido poniendo en pequeñas cantidades en ensaladas, hemos comido tzatziki para acompañar cantidad de platos y me he ido reconciliando con su sabor, así, en pequeñas dosis. Y al final, a fuerza de usarlo como de tapadillo, he conseguido que no me resulte tan intolerable. Lo he usado cortado en palitos con otras verduras y hortalizas en estos rollitos vietnamitas, y la semana pasada nos animamos a hacer sushi casero y también le pusimos su parte de pepino a algunas piezas. Así que tras este incremento gradual de la dosis, y mejorada mi tolerancia a su sabor, me vine arriba y me decidí a hacer una sopa fría de pepino que llevaba tiempo rondándome la cabeza. Básicamente, desde principios de verano. Me temía que me iba a seguir resultando demasiado potente de sabor, pero me pudo la curiosidad y me animé a probarla.
Y la verdad es que si te gusta el pepino no sé si te volverá loca, pero a mí me ha encantado y ya la tengo compitiendo muy de cerca con el gazpacho y la vichyssoise en el top de mis sopas frías favoritas. Además de muy rica, se prepara en un momento, no hay que hacerle apenas nada al servirla y es un primer plato refrescante perfecto para un día de calorazo. Y te lo dice una que sigue sin ser superfan del pepino.
Espero que te guste. 


Sopa fría de pepino
2 pepinos grandes
500 g de yogur natural
125 ml de agua
Sal
Para servir
Aceite de Oliva
Chile rojo
Unas hojas de menta fresca

Preparación
Pela el pepino y córtalo en dados no muy grandes. Pon en el vaso de la batidora el pepino, el yogur, y la mitad del agua. Añade la sal y bate hasta tener una crema. Ajusta con el resto del agua si fuera necesario, hasta darle la textura que prefieras.
Si quieres, puedes colarlo ahora y dejarás una sopa muy fina, pero no es imprescindible.
Llévalo al frigorífico, mejor un par de horas, y sirve muy frío decorado con un hilito de aceite de oliva, un poco de chile rojo y unas hojas de menta. Si te apetece, también le puedes poner unas bolitas de mozzarela, y un poco de tomate en dados.


Vasitos de brownie y nata

julio 30, 2021

Vasito de brownie helado, nata montada y moras. Ni receta, ni complicaciones. Fácil y apañadito para cuando te apetece un postre de esos de abrir la nevera y a ver lo que se puede hacer con lo que tienes por ahí. Yo, el brownie, y los restos de bizcochos, los congelo. A veces los descongelo y los uso, y a veces, como aquí, van directamente helados, ligeramente desmigados y están de vicio. Cuando lo preparé, tenía nata montada y unas moras, pero le puedes poner helado de nata, vainilla o stracciatella, o de lo que te apetezca, cambiar las moras por frambuesas, fresas, o arándanos, e incluso añadirle un café expreso. La verdad es que no cuesta nada hacer un postre así de fácil y de vistoso.

Vasitos de brownie y nata

Para el brownie
Ingredientes
3 huevos grandes
200 gramos de chocolate con un 60 o 70% de cacao
200 gramos de mantequilla (+15 para el molde)
200 gramos de azúcar
1 cdta de extracto de vainilla
80 gramos de harina tamizada

Preparación
Precalentar el horno a 200 grados y colocar una rejilla a media altura. Untar con mantequilla un molde cuadrado de unos 20 cm de lado. Poner el chocolate troceado a fuego muy lento o al baño María. Cuando empiece a derretirse, remover suavemente con una espátula. Cuando este derretido, añadir la mantequilla cortada en dados. Mezclar hasta que la mantequilla este incorporada al chocolate.
Batir los huevos con el azúcar. Añadir poco a poco la harina tamizada y por último el chocolate. Verter en el molde y llevar al horno unos 20 minutos. Servir como mínimo una hora después de la cocción.
 

Para la nata montada
Ingredientes
200 ml de nata con al menos 35% de grasa bien, bien fría
50 gramos de azúcar glass (o algo más, según te guste de dulce)

Preparación
Pon la nata en el congelador 20 minutos antes de montarla. Con una batidora de varillas a máxima potencia, empieza a batirla. Añade el azúcar después de un minuto, y termina de batir hasta que esté montada por completo. El tiempo dependerá de tu batidora. Ten cuidado de no sobre batirla o acabarás con mantequilla en lugar de nata montada.

Montaje
Desmiga el brownie y ponlo en la base del vasito que vayas a usar. Cubre con la nata montada bien fría y decora con unas moras. Sirve inmediatamente.

Barritas de yogur helado

julio 01, 2021

En lo que tardas en pensarlo, puedes preparar este postre helado, dejarlo en el congelador y olvidarte por un rato, hasta que te vuelva a picar el gusanillo de algo rico, fresquito y delicioso, pero bajo en grasas.

Barritas de yogur helado 

Ingredientes

500 g de yogur griego
3 cucharadas  de orejones de albaricoque en trocitos
40 g de almendras en láminas
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
2 cucharadas de azúcar moreno
 
Preparación
Forra una bandeja con film de cocina. Mezcla en un bol el yogur, los orejones, la vainilla y 1 cucharada del azúcar. Añade la vainilla y mezcla de nuevo. Extiende la mezcla con una espátula sobre la bandeja, espolvorea el azúcar y añade por encima los anacardos. Lleva al congelador al menos 4 horas, mejor de un día para otro. Sácalo justo en el momento de servirlo, rómpelo en trozos y sirve inmediatamente. Puedes conservarlo en el congelador un par de semanas en un recipiente hermético. 
 


 

Pizza con pesto y burrata

junio 23, 2021

 Nunca me han acabado de emocionar las pizzas sin tomate en la base. Sin tomate y sin queso. No necesito mucho más, pero eso ha sido siempre innegociable.
Las pizzas que no lo llevan nunca han acabado de convencerme. Puedo comerlas, claro, pero siempre tengo la impresión de que les falta algo, de que son menos pizza. Me resultan sospechosas, y, en general, bastante insípidas, como si fueran pizza solo a medias.
Claro que por algo la pizza margarita es la quintaesencia de la pizza italiana: tomate, queso y albahaca. Eso, que parece tan poco por lo acostumbrados a ponerle cosas encima a la pizza, como si fuera un concurso para calcular cuánto peso puede resistir la masa, en realidad, es muy difícil. Precisamente, porque al tener tan poco, si la masa no es perfecta y está bien horneada, si la salsa de tomate no es buena, o el queso no es sabroso, si algo falla en esa ecuación tan sencilla, todo termina en desastre.
Y tal vez por ese aprecio al gusto original, las pizzas sin base de tomate me resultan siempre menos pizza. Pero como en todo, toda regla tiene su excepción.
Había hecho pesto casero y tenía burrata y decidí hacer esta pizza con pesto en la base en lugar de tomate. Imaginaos la convicción que tenía, que como en la receta de pizza que uso siempre salen dos pizzas hermosas, en lugar de congelar la otra parte de la masa, como suelo hacer, la hice con su base de tomate y queso. Estaba segura de que no les iba a gustar y no quería que se quedaran sin cenar.
Y no, os podeéis imaginar que sin cenar no se quedaron. Os podéis imaginar que si me descuido no veo ni cómo se la terminan. 
Tal fue el éxito que hemos quedado en repetirla como parte de nuestra rotación habitual, y eso, señoras y señores, eso en nuestra casa son palabras mayores, que una ya lleva años haciendo pizza y el personal está muy bien acostumbrado, para qué os voy a decir otra cosa. 
Pizza con pesto y burrata
 
Ingredietnes
Masa de pizza
500 g de harina de fuerza
300 g de agua
30 g de aceite de oliva virgen extra 
10 g de sal
10 g de levadura de panadería deshidratada
 
Pesto genovés (puedes  comprarlo o hacerlo casero con esta receta que uso yo)
Unas lonchas de jamon serrano o de Parma
Alcachofas cocidas
Unos tomates secos en aceite
2 unidades de burrata
Unas hojas de rúcula para servir
Limón para exprimir sobre la pizza al servirla


Preparación
Pon en la cubeta de la amasadora los ingredientes de la masa y amasa con el gancho unos 5-7 minutos, hasta formar una masa elástica. Si lo haces a mano, mezcla la harina, la sal y la levadura. Ponlo en la mesa de trabajo y haz un volcán con la harina. Vierte dentro el agua y comienza a amasar. Añade el aceite y amasa hasta conseguir una masa elástica y uniforme, que no se pegue a los dedos ni a la mesa. Pon la masa en un bol aceitado, cubre con film de cocina o un paño húmedo y deja reposar hasta que doble su volumen. 
Enciende el horno a 220º. 
Desgasifica la masa, divide en dos bolas, y sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada, dale forma a la pizza. Si lo necesitas, ayúdate con un rodillo. Pon la pizza sobre una bandeja o rejilla de horno con papel de hornear o una hoja de silicona. Pon 3 cucharadas de pesto y reparte bien por la superficie. Reparte las alcachofas troceadas y el tomate seco. Lleva al horno unos 10-12 minutos, hasta que la pizza esté hecha. Saca, y añade el jamón, la burrata, y la rúcula. Rocía con limón y sirve inmediatamente, mientras la burrata se deshace con el calor residual de la pizza.


Bol de desayuno con peras

junio 18, 2021

Desayunos de verano, fresquitos, perezosos y disfrutones. O desayunos de fin de semana, o de cuando buenamente te dé la gana. Este post de hoy no es una receta, sino una idea para recordar cuando te apetezca un buen desayuno, completo, perfecto, sabroso y disfrutón. 

Porque después de esto, ya pueden echar lo que sea, que tú ya has empezado el día de la mejor manera posible. 

Bol de desayuno con peras

Ingredientes (para 2 personas)

2 Peras
300 gr de yogur
Granola (puedes usarla casera, esta es mi receta)
Opcional, para servir: miel, sirope, semillas de amapola
Medio limón

Preparación
Prepara los boles con el yogur a tu gusto (endulza o no según prefieras), pon las peras cortadas en láminas. Para que no oscurezcan, ponlas en un recipiente con el zumo de medio limón y agua fría mientras terminas de cortarlas todas. Déjalas sumergidas hasta el momento de usarlas y sécalas con papel de cocina. Añade la granola, y si quieres, la miel, y sirve inmediatamente.

Ensalada fría de patata

junio 03, 2021

La ensaladilla rusa, igual que la tortilla de patatas o la paella, se hace en todas las casas y en todas es igual, porque en todas es diferente. En cada casa se le añaden o se le quitan cosas, se reduce la patata a puré o se deja consistente, se le pone huevo cocido, o pimientos, o pepinillos en vinagre. Y podría seguir, pero creo que os hacéis una idea.
Lo cierto es que la hagas como la hagas, todas las ensaladillas saben mejor en verano directamente de la nevera. Nunca he entendido por qué la llamamos ensaladilla rusa, o por qué es tan diferente de una ensalada de patatas alemana, cuando en teoría, la base es tan parecida.
Pero la hagas como la hagas, y te surjan o no dudas existenciales al pensar en ella, seguro que tienes una opción favorita.
Yo la hago en varias versiones, que dependen, básicamente, de lo que tenga a mano en casa y en la nevera, o de las preferencias de quien la vaya a comer. Esta de hoy no es la versión habitual, pero es otra idea igual de rica. Sobre un poco de pan, a modo de pincho, entra todavía mejor, y con una cervecita fría al borde de la piscina, en la playa o en una terraza, ya ni te cuento.
Yo de momento, me lo tengo que imaginar. No sabéis las ganas de pasar calor que tengo. La distancia con el COVID se está haciendo demasiada. Así que, quejaos todo lo que queráis, pero disfrutad del calorazo del verano por vosotros y por los que no sabemos cuándo vamos a poder volver por allá.
Ensalada fría de patata
Ingredientes
2-3 patatas (450 g)
2 zanahorias
2 huevos
20 aceitunas negras
3 cucharadas de guisantes en conserva
4 pepinillos en vinagre
Salsa mayonesa al gusto
2 -3 cucharadas de mostaza a la antigua (opocional)
Sal
  
Preparación

Pon las patatas (limpias y con piel) a cocer a fuego suave en una cazuela con agua fría. Pela las zanahorias y añádelas. Déjalas cocer durante 20 minutos. A los 20 minutos de cocción,introduce los huevos, sal y deja cocer durante 10 minutos más. (el tiempo dependerá mucho del tipo de patata, presta atención para que no se deshaga y ajusta los tiempos).
Escurre el agua, deja que se temple todo. Reserva las zanahorias en un plato y pela las patatas y el huevo. Pica la patata, el huevo y la zanahoria en daditos. Corta las aceitunas en rodajas y pica en dados los pepinillos. 
Pon la patata, el huevo, la zanahoria y las aceitunas en un cuenco grande, agrega los guisantes e incorpora la mayonesa y mezcla suavemente. Opcionalmente, a mí me gusta mucho añadirle un par de cucharadas de mostaza a la antigua a la mayonesa. Prueba, pon a punto de sal y sirve.

Vasitos de crema

julio 26, 2020
Un capricho rápido y perfecto para cuando no tienes tiempo pero tienes ganas de algo dulce y rápido. Estos vasitos en distintas versiones han sido uno de los postres que más he usado cuando pensaba que no tenía ingredientes, o tiempo para hacer un postre. Sobre todo, cuando mis hijas eran bebés e invitábamos amigos a cenar. Con su cena y sus baños al mismo tiempo que terminaba de preparar la cena, este es un recurso que no me falló nunca.
En dos minutos y con ingredientes que sueles tener en casa -la otra ventaja es que puedes usar lo que tengas a mano- esta opción en vasitos individuales es perfecta para rematar una comida o una cena con algo dulce y nada pesado. Déjalos preparados en verano en el frigo, y verás qué gustazo.
Vasitos de crema
Ingredientes
Nata montada, yogur griego,  queso fresco batido,
Azúcar
Salsa de caramelo salado
Virutas de chocolate


Pon nata montada con azúcar o yogur griego o queso batido, (si quieres, ponlo en un bol con media cucharadita de esencia de vainilla y azúcar, mezcla y reparte en los vasitos, añade salsa de caramelo salado y termina decorando con unas virutas de chocolate negro


Sopa de tomate y albahaca

julio 07, 2020
Una de las mejores comidas del verano son las sopas frías. Sí, y los helados, y las ensaladas, y las barcacoas y el pescado a la brasa, y mil millones de cosas más que echo de menos porque vivo en una ciudad sin verano (también conocida como Belfast). Obviamente, no elegí este destino por el clima, eso os lo aseguro. No es frío, pero vivimos con una nube gris sobre nuestras cabezas.
Permanente.
Dicho esto, para los que estáis disfrutando del verano-verano,  es cierto que hay miles de comidas, frutas, y demás que son una auténtica maravilla, pero uno de mis platos favoritos de todos los tiempos son las sopas frías.
Hay muchas opciones y en esto, igual que la tortilla de patatas, cada casa tiene la suya. Si te apetece probar otras sopas frías, anímate con esta sopa fría de melón, o con este gazpacho con bolitas heladas de queso y albahaca. La de hoy es una sopa de tomate.
No es un gazpacho, ni un salmorejo, ni nada parecido. No se parece en nada a esas maravillosas ensaladas bebibles, que son divinas después de un día de calor.
Esta de hoy es una sopa, sopa. Es una sopa de verduras, pero con el tomate como verdura estrella. Y por tanto, la puedes tomar fría en verano, o caliente cuando te apetezca. En eso me recuerda a la Vichyssoise: una crema de puerros en caliente, o una sopa fría según cómo la sirvas. Pero ahí se acaban los parecidos, porque esta sopa de tomate es otra cosa. La albahaca le da un punto fresco muy agradable, y si quieres, algo italiano (acompáñala con un poco de pan tostado y mozarella y verás de qué te hablo) pero puedes dejarla de lado si no te apasiona. Como otras sopas de verduras, congela bien, pero es mejor que le des un hervor antes de consumirla después de congelarla (esto con todas las cremas y verduras te ayuda a mitigar contaminaciones y vuelve a emulsionar los ingredientes si en el congelado se habían separado).
Una vez cocinada, déjala enfríar y guárdala en el frigo. Sirve como sopa fría, o pruébala como alternativa a tus sopas de verduras y verás de qué te hablo. 
Y a disfrutar del verano!


Sopa de tomate

Ingredientes
2 cucharadas de aceite de oliva
1 zanahoria, pelada y cortada en cubitos
1 cebolla pequeña, cortada en cubitos
3 dientes de ajo picados
1 lata de tomates enteros
250 ml de caldo de verduras
Sal y pimienta
1/2 cucharadita de comino molido
1/4 cucharadita de orégano seco
1/2 cucharada de azúcar
1/4 taza de albahaca fresca

Preparación
En una sartén mediana, calienta el aceite de oliva a fuego medio-bajo. Añade las zanahorias, la cebolla y el ajo, y cocina hasta que estén tiernos, unos 8 minutos. Añade el tomate con su jugo, el caldo de verduras, el comino y el orégano. Deja que se cueza a fuego medio unos 20 minutos. Bate la mezcla con una batidora o con una batidora de vaso. Prueba y salpimienta, y comprueba la acidez. Rectifica con el azúcar.


Koftas de cordero y salsa tzatziki

junio 23, 2020
Estos koftas son una forma fácil de variar tus comidas de verano, y perfectos para dejarlos preparados y hacerlos en un momento justo antes de tomarlos.
Una opción perfecta es incluirlos en tu barbacoa. La forma tradicional es hacerlos con cordero. De hecho, son como albóndigas de cordero. Pero si te resulta demasiado graso o demasiado fuerte, a mí me encanta cambiarlos y hacerlos con carne de pollo o pavo picadas (mezcla pechuga y contramuslos, o solo contramuslos, para que no sea demasiado seco).
Las hierbas y especias le dan el punto de sabor que necesita; y si tienes cuidado de que no queden secos por dentro, sino jugosos, tendrás un plato de 10.
Acompáñalos de salsa tzatziki, para un contraste perfecto. El mejor consejo: Hazla casera, no la compres. Es supersencilla de hacer en casa, y si te quedan restos, es perfecta al día siguiente para untar en el pan o con verduritas crudas o a la plancha.
Si en lugar de hacerlos en sartén, te animas por la opción de la barbacoa, una buena opción es hacer suficiente salsa y añadir verduras a la barbacoa. Con la excusa de acabar la salsa, te darás un auténtico festín.
No te resistas!


Koftas de cordero
200 gramos de carne de cordero limpia de grasa
½ cebolla pequeña
½ cucharadita de pimentón dulce
½ cucharadita de comino en polvo
Una pizca de canela
1 cucharada de hojas de menta picadas
Ralladura de limón, al gusto
Sal
Pimienta negra
Aceite de oliva

Salsa Tzatziki
Yogur griego sin azúcar
Pepino
Hojas de menta picadas
Aceite de oliva
Pimienta negra

Preparación
Pon todos los ingredientes salvo el aceite de oliva en la picadora o el robot de cocina, y tritura hasta conseguir una pasta bien mezclada.
Coge porciones de masa con dos cucharas soperas, o con las manos y dales forma de croquetas, alargadas, hasta terminar la masa (unas 8-10 unidades). Cúbrelas con papel film y llévalas al frigorífico 30 minutos o hasta el momento de cocinarlas.
Para prepararlas, pon un poco de aceite en una sartén y fríelas a fuego medio unos 5 minutos por cada lado. Puedes usar una tapa para asegurarte de que se cocinan por dentro. Sube el fuego cuando casi estén hechas para tostarlas por fuera.
Sírvelas sobre pan de pita con pepino, hojas de menta y salsa Tzatziki. 

Galette de tomates

septiembre 12, 2019
Receta facil de galette de tomates
Apurando los últimos tomates de temporada que quedan, pensé que lo mejor que podía hacer con ellos era esta galette.  Tenía demasiados buenos tomates que aprovechar, así que en un momento, con una ensalada verde, tuve una cena completa a la que apenas le hizo falta más. 
He hecho galettes antes con otros sabores y rellenos, pero nunca había hecho una con tomates. Pensé que con suerte nos serviria de cena a J y a mí;  tal vez las niñas se iban a animar a probarla... pero poco más. 
Lo cierto es que si el producto es bueno no le hace falta mucho, pero es que no os podéis imaginar cómo queda. Esta base es perfecta, se hace en un momento y congela de maravilla. Suelo variar las proporciones de harina y mezclar la harina blanca de trigo con una parte de harina integral, dependiendo de lo que nos apetezca. Unos 15 minutos de horno y en lo que tardas en preparar un precocinado tienes un plato increíble, que no es exactamente una pizza, ni una tarta salada, ni una ensalada, pero que tiene lo mejor de cada una de ellas.  Y esos tomates que soltaron todo su jugo y le dieron a la base el sabor que necesitaba sin dejarla húmeda. 

Una maravilla, vamos: totalmente recomendable. Tanto, que si no andamos atentos, mi hija nos deja sin cena. 

Receta facil de galette de tomates

Galette de tomates

Ingredientes

Para la base 
325 gramos de harina de trigo blanca
1 cucharadita de sal ( 5 gramos)
1 cucharadita de azúcar (5 gramos)
75 gramos de mantequilla muy fría cortada en dados
2 a 4 cucharadas soperas de agua muy fría
1/4 cucharadita de pimienta negra molida

Para el relleno
2 tomates maduros pero firmes
Cebolleta
Unas hojas de albahaca para servir


Preparación 
En un bol, mezclar las harina, la pimienta, la sal y el azúcar. Añadir la mantequilla y mezclar hasta que la mezcla parezca pan rallado grueso. Sin dejar de mezclar, agregar el agua helada poco a poco. Seguir mezclando hasta que la masa se mantenga unida y no esté pegajosa. Hacer una bola, aplanarla dándole forma de disco y envolver en plástico de cocina. Llevar al refrigerador y mantener allí al menos 1 hora.
En una superficie de trabajo enharinada, amasar la masa con un rodillo, rellenar con el tomate y la cebolla, salpimentar ligeramente y añadir un chorrito de aceite de oliva. Doblar los bordes como en la imagen. Llevar al horno, precalentado a 200º durante 15 minutos. Servir inmediatamente, añadiendo las hojas de albahaca.
Receta facil de galette de tomates
 

Mocha Frappuccino

agosto 22, 2019
Receta facil de mocha frappuccino Tengo un horno y se como usarlo

El café con hielo es para el verano, y para el principio del otoño, y para la primavera, y casi, casi, para todo el año. Soy cafetera, y me gusta, me encanta,  el café en prácticamente en todas sus versiones. Seguramente por eso no soy demasiado fan de las cadenas americanas de café. Qué le voy a hacer, todavía no he conseguido que sus bebidas me gusten, aunque debo confesar que tampoco he puesto mucho empeño en el intento. Si hay algo que siento como una afrenta personal es un mal café. Manías. Otra más. Así que no me vuelven loca los sabores añadidos, o las leches y natas miles, o las combinaciones imposibles a precios absurdos en tazas de un solo uso. 

Pero, ay, amiga,  una tiene hijas que se han hecho mayores y que han decido empezar a tomar café. ¡Qué le vamos a hacer! 

Claro que, a renglón seguido descubren como  que todavía no les gusta demasiado su sabor intenso y amargo, así que deciden que tienen que disfrazar su sabor con otro más familiar (=sirope de chocolate) y rebajarlo con algo dulce (=nata montada). Eso sí, con su hielo para que esté bien frío. 

De esa mezcolanza sale una adicción reciente de L.: el frappuccino de mocha de una conocida cadena de cafeterías -sí, esa misma del logo verde que estas pensando-

Y me pidió que lo replicara en casa, y aquí está el resultado.

A ella le encanta. Y cuando la experta habla hay que escucharla. 

¡Que lo disfrutes!

Mocca Frappuccino 

Un cafe solo doble (unos 80 ml)
80 ml de leche
10 gramos de azucar (aprox)
1 vaso de hielo en cubitos
2 cuharadas de sirope de chocolate

Para servir
Nata montada azucarada 
Sirope de chocolate


Haz un cafe solo doble (yo suelo hacerlo descafeinado porque la adicta oficial a esta bomba es mi hija) y añádele la leche, y azúcar al gusto. Añádele un par de cucharadas de sirope de chocolate. Pon un vaso de hielos en el vaso de la batidora, añade el café con leche y mezcla unos 30 segundos, o hasta que tengas una mezcla suave.

Para servir, pon en un vaso grande un chorrito de sirope y muévelo por las paredes del vaso. Vierte la mezcla de la batidora. Termina con la nata montada azucarada y otro chorrito de sirope de chocolate.

Sirve inmediatamente


Notas: el sirope y la nata puedes usarlos comerciales, pero en el blog he publicado cómo hacer las dos cosas.

Tienes las recetas aquí:
Sirope de chocolate
Nata montada azucarada 



Receta facil de mocha frappuccino Tengo un horno y se como usarlo

Sopa fría de melón

agosto 20, 2019
Hice la primera versión de esta receta el verano que acababa de empezar con el blog. La he repetido y versionado muchas veces desde entonces, porque es fácil, es rápida, es refrescante y es, simplemente prefecta. Había pensando muchas veces en repetir las fotos de aquella primera versión, porque la receta, a pesar de los pequeños cambios que verás aquí es prácticamente idéntica. 

Las fotos de aquella primera receta de sopa de melón, que puedes ver aquí, son francamente, sonrojantes. 

Y después de haber hecho de nuevo la receta hace unos días, y haber hecho de nuevo fotos, y pensar que por fin me iba a deshacer de esas fotos que me perseguían como una pesadilla en el fondo de mi cabeza, he pensado que prefiero publicar de nuevo esta receta, y mantener también la original. 

Esas primeras fotos eran terribles, pero prefiero dejarlas como están, porque son lo que tenían que ser entonces. Supongo que sin aquellas fotos no habría llegado a estas. Al menos, yo no. No se trata de que sean perfectas. Eran lo que podía hacer entonces. Y he pensado que a veces, hace falta ser capaz de mirar atrás sin que las cosas tengan que ser perfectas, dejando que sean lo que son. 
No necesito eliminar esas fotos. Necesito verlas para ver lo que he aprendido. Ojalá en unos años pueda decir lo mismo de estas.

Sopa fría de melón
 
Ingredientes (Para 2 personas)

400 gramos de melón
50 gramos de yogur griego
Zumo de medio limón

Unas  hojas de menta para decorar
Dos lonchas de jamón serrano

1 o 2 cucharadas de agua (si es necesario)
 
Preparación: 
Poner el melón, el yogur y el zumo de limón en la batidora y batir hasta conseguir una sopa ligera. Añadir un poco de agua si fuera necesario hasta conseguir una textura casi líquida, pero con cuerpo. Llevar al frigorífico hasta el momento de servir.
Poner las lonchas de jamón entre dos hojas de papel de cocina y llevar al microondas a máxima potencia durante un minuto. Comprobar que han quedado crujientes o poner de nuevo, comprobando cada 10 segundos para ver cómo están.

Partir una loncha en trozos y picarla a cuchillo o en un mortero, hasta hacer migas. Decorar la sopa con estas migas y media loncha de jamón y terminar con unas hojas de menta.

Barritas heladas de Oreo

agosto 09, 2019

A mí las Oreos me gustan, pero a mis hijas les vuelven locas. Al menos, a temporadas. En esto, como ya nos vamos conociendo desde hace un tiempo, hago como con los regalos de Navidad: después de la explosión inicial, las quito de su vista y dejo de comprar una temporada, y cuando tiempo después aparece un nuevo paquete por casa, las reciben con unas ganas irreprimibles.

Total, que ahora hacía un tiempo que no había Oreos en casa y cuando les mostré la foto de estas barritas heladas las dos me hicieron ojitos y no me pude resistir. Así que aquí está el resultado, solo apto para auténticas fans de las Oreos, pero perfecto para golosas en verano.

Esta es una de esas cosas que ves de pasada en Instagram y pasa de la lista de cosas que quieres hacer a las cosas que necesitas en tu vida inmediatamente, nivel voy-a- comprar-Oreos-ahora-mismo- porque-esto-tengo-que-probarlo-ya.

Me he retrasado solo en publicarlo, porque hacerlo, confieso que lo hice nada más verlo en la cuenta de IG de @singele.cocina.

Un par de notas antes de empezar: Ten en cuenta que, como todos los postres helados, necesitarás tiempo de congelador para tenerlo listo, así que lee la receta entera y mejor prepáralo de un día para otro cuando lo quieras usar. El tiempo activo de preparación es mínimo, pero el tiempo de congelación será lo que alargue la espera.

¡Que lo disfrutes!



Barritas heladas de Oreo

Ingredientes
Para la base:
2 paquetes de galletas Oreo
100 gramos de mantequilla derretida

Para el relleno:
350 gramos de queso crema (yo use Philadelphia)
350 gramos de nata
2 cdtas de esencia de vainilla
100 gramos de azúcar

OPCIONAL
1 paquete de galletas Oreo (mitad para el relleno, mitad para decorar)


Preparación

Tritura 2 paquetes de galletas y mézclalas con la mantequilla derretida. Puedes hacerlo en el robot de cocina. O, si como yo no quieres tener que lavarlo entre este paso y el siguiente, o no tienes, o no te apetece usarlo, machaca a mano las galletas hasta dejarlas reducidas a migas pequeñas y de similar tamaño, evitando que queden trozos grandes. (Si has tenido un mal día, usar un rodillo de cocina y liarte a golpes con las galletas, será, además terapéutico. Lo de tomarte un copazo para olvidar lo dejo a tu elección.) Pon papel de horno en un molde cuadrado de 18x18 cm (luego te resultara más sencillo desmoldar). Aplasta bien hasta dejar una superficie lisa y uniforme que será la base de las barritas. Lleva al congelador al menos 10 minutos.

Para el relleno, bate el queso crema con la vainilla en el robot de cocina. Añade la nata y el azúcar y continúa batiendo hasta que espese. Te quedará una crema gruesa y manejable. Yo en este punto le añadí otro medio paquete de galletas troceadas y batí un poco más. Puedes dejar la crema sin ellas si lo prefieres. Pon la mezcla sobre la base que has preparado antes y decora con el resto de las galletas troceadas, si quieres. Lleva al congelador al menos 3 horas. Corta en barritas y sirve.

Panzanella

agosto 05, 2019
Panzanella - Tengo un horno  se como usarlo
Es verano, o al menos, eso es lo que dice el calendario. De nuevo estamos teniendo otro verano con lluvia, nublado y sin pasar de los 20 grados. Y no, no es que se me haya pegado el amor de los irlandeses por hablar del tiempo -cosa que cada vez entiendo más, porque no sólo es una forma de romper el hielo, es realmente un auténtico tema de conversación- es que es no hay forma de llevarlo bien. (Para las que sois nuevas, vivo en Irlanda del Norte)

Este verano, de todos modos, he decidido que básicamente, me da igual el tiempo que haga fuera. Ya sabes si Mahoma no va a la montaña… pues eso, que ante la perspectiva de otro año más en el que ni verano ni nada parecido, me he puesto a hacer helados, bebidas frías, ensaladas y demás platos de la estación.

No va a hacer calor, pero al menos me quito la sensación de que aquí solo tenemos una todo el año: nublado. Con más o menos frío, con más o menos lluvia, pero siempre instalados en esa única estación.

No me quejo. Es ridículo quejarse por algo así. Es sólo que este año he decidido ser intencional en que al menos, en casa tengamos la sensación de que, en alguna parte, es verano.

Hay ya tomates todo el año, en todas partes; de todas clases, variedades y –cuando tienen sabor- de todos los sabores. Pero la temporada real del tomate solía ser el verano. Y eso explica que platos como éste sean perfectos para comer en agosto.

Esta ensalada me hace muy feliz por muchos motivos. Primero, porque yo solo aprendí a comer tomate cuando ya era adulta. Y no os podéis imaginar la cara de decepción de mi padre toda mi infancia cada vez que me daban arcadas al probar un tomate. El los adora y yo lo intentaba, os lo prometo, pero era superior a mis fuerzas. Afortunadamente, no les hice ni caso durante muchos años y eso evitó que terminara por odiarlos a muerte; porque se diga lo que se diga, se puede sobrevivir sin comer-de-todo (que viene a ser lo que les gusta comer a tus padres), de verdad. Al final, empecé a comer esos tomates que solo son agua y no tienen textura ni apenas sabor, y gracias a eso me fui familiarizando con ellos, y por fin he terminado por apreciar el sabor y la consistencia de un buen tomate, carnoso, ácido y rebosante de jugo.

Pero esta receta es maravillosa por más motivos. Adoro el pan y adoro mojar el pan en las salsas. Y para mi debería ser deporte olímpico. Con categorías. Una de las mejores, sin duda, sería mojar pan en el aliño de la ensalada. Y ahí, amiga, tengo asegurado el título mundial. Sin fanfarronadas. El mío es amor del bueno. Y puro vicio también.
Total, que a una conversa al tomate que le vuelve loca mojar el pan en la ensalada, ésta le viene como anillo al dedo.

Saber de su existencia, sabía desde hace años, así que no necesitáis decirme que soy un poco lenta de reflejos. Lo sé. Y es que nunca la había tomado ni se me había ocurrido hacerla en casa. Así que cuando la preparé al hilo de mi “hágase el verano en Belfast” que os decía al principio, tuve una iluminación. Cómo había podido tardar tanto tiempo? Si es que era evidente que me iba a encantar. Si es que era de cajón, 2 + 2; pan en la ensalada!

Sí, ya sé: lenta, muy lenta de reflejos que es una a veces, qué se le va a hacer.

La gracia está en que además de buenísima, esta ensalada te deja ponerte cuqui un rato. Si te tomas una panzanella porque te transporta a Italia en verano y se lo cuentas a tus amigos –preferentemente guiris, que también ayuda- es una cosa. Si te zampas unos tomates en ensalada mojando pan, pues como que ya mola menos. O sea, que sigo siendo muy, muy fan de los italianos, que para mí son los padres del marketing incluso antes que los anglosajones, sobre todo en lo que tiene que ver con la comida. Y si no me creéis, pensadlo un poco. Pero con este tema me meto en otros jardines que darían para varios otros posts, así que os dejo la receta a continuación. Que también hay que decir que viendo las fotos no es que haga falta mucha indicación, pero os conozco, almas descarriadas, y es mejor que os dé todos los detalles.

Y como sigue haciendo un día horroroso, pero no me importa –y no me quejo- os dejo ya. Me voy a seguir entrenando duramente para mi carrera olímpica.

No sabéis lo que me lo curro.

Y la competencia tan dura que tengo con mi hija pequeña.

Sed buenas si podéis.


Receta facil de Panzanella - Tengo un horno y se como usarlo

Panzanella

Ingredientes

4 Tomates maduros de buen tamaño, a ser posible Raf o alguna variedad similar,
3 rebanadas gruesas de pan, mejor si es del dia anterior
1 cebolleta
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre
Sal
Pimienta
Unas hojas de albahaca


Preparación

Corta la cebolla en aros muy finos, ponla en un bol con un poco de aceite y sal, y reserva por unos minutos.
Si el pan esta duro, córtalo en cuadrados y reserva. Si es fresco, tuéstalo en la tostadora o el grill, y corta luego en cuadrados.
Corta el tomate en cubitos de bocado.
Pon en un bol el tomate y la cebolla y aliña a tu gusto con aceite y vinagre. Salpimienta.  Añade el pan y mezcla bien para que el aliño se reparta por todos los ingredientes. Sirve con unas hojitas de albahaca.

Ensalada de sandía y queso feta

julio 22, 2019
Ensalada de sandia y queso feta -Tengo un horno y se como usarlo
En verano me alimentaría de sandía y melón. Exclusivamente. No necesitaría mucho más, y sería feliz.

Os podéis imaginar la cara que se me queda cada vez que me emociono porque sale un melón o una sandía bien sabrosos, y el resto de mi familia solo dice: "sí, están bien".

Claro que supongo que será para compensar, porque exactamente lo contrario nos pasa con las fresas. Casi siempre son a repartir entre ellos tres. Yo las como, pero reconozco que me gusta más la idea que la fruta en sí. Y entonces es cuando ellos me miran con cara de  pena, como diciendo, "esta pobre no tiene ni idea", que viene a ser, más o menos lo que se me pasa por la cabeza cada vez que como hoy, sale una sandía llena de sabor, roja y jugosa a más no poder, y ellos simplemente dicen, "bueno, vale, comemos un poco".

Así que con la excusa de aprovechar al máximo esta sandía, no solo la he tomado como postre, sino que hoy ha sido, además, una ensalada. La receta no es ni siquiera una receta, de puro sencilla, pero ha quedado tan rica que no quiero olvidarla, así que mejor la publico aquí para repetirla. Y no lo creeréis, pero es la primera vez que tomo la sandía en ensalada. De lo que estoy segura es de que no será la última, porque me ha sorprendido mucho lo bien que ha quedado. Vi alguna idea similar en una revista este verano y la he recordado al abrir la sandía. Más por probar que otra cosa, me he animado a hacerla y si consigues una sandía con sabor -no pura agua, la verdad- lo cierto es que vale la pena. El contraste con el sabor salado del queso feta y con la cebolleta aliñada hace una ensalada muy equilibrada, veraniega y super refrescante. Yo desde luego, pienso repetirla con la siguiente sandía rica. ¡Y a lo mejor es cierto que este año paso el verano a base de sandía!

 Ensalada de sandia queso feta -Tengo un horno y se como usarlo

Ensalada de sandia y feta 

Ingredientes (para 2 personas )
Media sandia pequeña y madura
50 gramos de queso feta
2 cebolletas pequeñas
Unas hojas de albahaca
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre suave de manzana
Sal
Pimienta rosa

Preparación
Corta la cebolleta en rodajas, añade una pizca de sal, un chorrito de y aceite y déjala reposar mientras preparas el resto de la ensalada. Corta la sandía en rodajas gruesas, quita la piel y trocéala en cubos medianos, de bocado. Corta el queso feta o desmígalo al gusto.
Pon en el bol la sandía con la cebolleta y aliña con aceite y vinagre. Yo no añado más sal, porque con el queso feta me resulta suficiente, pero prueba y rectifica al gusto. Termina con el queso y un poco de pimienta rosa o negra si te gusta. Añade unas hojas de albahaca para acompañar  y sirve bien fría.

Ensalada sandia y queso feta -Tengo un horno y se como usarlo

Polos de yogur y frambuesa

julio 06, 2015
Está claro que os estáis muriendo de calor, así que hace falta imperiosamente una receta refrescante y rápida que os baje algo la temperatura.
Y os hablo a vosotros, porque en esta parte del mundo seguimos sin pasar de los 20 grados. Incluso cuando esperábamos una ola de calor (sí, os podéis partir de la risa, directamente, que aquí con 27 grados estamos que nos morimos), parece que la ola se la va a llevar toda Inglaterra para hacer sudar a base de bien a los pobres tenistas que estos dias están en Wimbledon.
En serio, para que os hagáis una idea, lo que se toma en Wimbledon son fresas con nata.


Fresas con nata
en julio
y nadie se intoxica porque la nata esté en mal estado,
y nadie compra fresas de importación.
Estamos en temporada de fresas y de todas las bayas rojas.
Y esto para mi sigue siendo chocante.
Yo sigo siendo muy mediterránea. Del interior, del valle del Ebro, con un calor en verano que es insorportable y un frío en invierno que para sí lo querrían en las estaciones de esquí gracias al cierzo que te quita la tontería a las primeras de cambio, y que para los que no sois de la zona, no es viento: En Zaragoza no hace viento, hace aire. Hace tanto aire que incluso puedes encontrar la que debe de ser la única estación de trenes cubierta del mundo con cierzo interior.
Pero dejando a un lado todo eso, a lo que iba, que toda la vida pensé que la temporada de fresas se reducía a un par de semanas en mayo, porque a renglón seguido pasamos de 30 grados y seguimos así hasta casi octubre, y resulta que aquí no. Aquí la gente cuqui se va a ver Wimbledon y a tomar fresas con nata. 
A mí es que Londres me queda un poco a desmano ahora mismo, y lo de ser cuqui y tener entradas para Wimbledon, bastante más, así que en su lugar, en cinco minutos preparé estos politos, para quitar el calor de un plumazo sin miedo a que la nata se os estropee con la temperatura. 
Feliz verano



Polos de yogur y frambuesa

Ingredientes (para 6 unidades)
500 gramos de yogur natural entero o desnatado a tu gusto
2 cucharadas soperas de azúcar (o edulcorante al gusto)
Unas frambuesas (frescas o congeladas)

Preparacion
Mezcla el yogur con el azúcar o edulcorante, y llena los moldes de polo hasta la mitad aproximadamente. Pon unas frambuesas en cada molde, termina de rellenar con el resto del yogur y añade los palos. Lleva al congelador al menos 4 horas, mejor si lo dejas de un día para otro.



Helado de queso mascarpone y almendras

agosto 26, 2014

SCROLL FOR ENGLISH

Sigo empeñada en hacer helados, a ver si así prolongo un poco la sensación de verano. No puedo acostumbrarme a la lluvia y el frío  y los días grises en agosto. Ha estado haciendo un verano horrible aquí. Supongo que a estas alturas ya debería haberme acostumbrado a que aquí solo hay dos tipos de tiempo: malo y peor. Y que por eso no tiene mucho sentido hablar del tiempo, darle más vueltas. 
Pero no hay manera. No se trata de un recurso retórico. Aquí realmente es un tema de conversación. Y esta temperatura en verano y este cielo plomizo y este frío antes de hora hacen muy raro cuando en el trabajo envias un correo, y recibes, todavía, el mensaje de fuera de oficina diciendote que la gente está de vacaciones. Es una sensación extraña, como de estar fuera de lugar. 


Así que  de cuando en cuando decido que hay que hacer algún helado. No tanto porque el tiempo acompañe y haga falta un postre refrescante, sino para recordarme que no importa el frío que haga, al final de una buena comida, un helado sigue siendo un postre perfecto.
Este helado es una variante de uno de los helados cremosos más sencillos que he hecho nunca. Había hecho antes este helado de mascarpone. Y cuando invité a unos amigos a cenar, pensé en que podía dejar este helado hecho unos días antes. Si hacía algo más, este helado de sabor delicado y neutro, era perfecto. Si lo servía solo, las almendras con su toque crujiente le dan el punto justo para que no sea anodino. Además, se hace en un momento, y el resultado es francamente bueno. ¿Te animas a probar?




Helado de queso mascarpone y almendras

Ingredientes (para aproximadamente medio litro de helado)
250 gramos de queso mascarpone
100 gramos de azúcar
100 ml de nata para montar
zumo de 1 limón
50 gramos de almendras tostadas, en láminas o trituradas en trozos grandes.


Para preparar el helado, poner el queso, el azúcar y el zumo de limón en un bol y mezclar bien. Añadir la nata y mezclar de nuevo hasta tener una mezcla homogénea.Terminar mezclando las almendras, intentado que queden bien repartidas por toda la crema. Poner en el congelador al menos  6 horas antes de consumir, preferentemente, toda la noche. Si tienes heladera, puedes hacerlo aún más cremoso poniéndolo en el frigorífico toda la noche, y llevándolo a la heladera para congelar y mantecarlo siguiendo las indicaciones de tu heladera (normalmente en una media hora estará perfecto).








 ENGLISH

I keep on making ice cream. I guess it is my way of trying to extend a bit the summer feeling. I cannot get used to these rainy, cold days and gray days in August. Weather has been terrible this summer in here. I guess by now I should have got used to the fact that here weather can only be one of two: bad or worse. So, it really makes no sense at all talk about the weather. But it is not a rhetorical resource at all. Here it is a real topic for conversation. These cold temperature and dark skies make it really difficult to think of summer. And when you receive the occasional out of office autoreply  at work, with someone’s message explaining she is on summer holidays, it feels really strange. It feels kind of out of place.

So occasionally I decide to do some ice cream. I prepare it not because a hot summer day asks for a refreshing and frozen dessert.  Right now, I need to remind myself that no matter how cold it is outside,  at the end of a great  meal, an ice cream will always be a perfect dessert.

This ice cream is just a slight variation on one of the easiest ice creams I've ever done. I had done it several times before. And when I invited some friends over for dinner, I thought I could prepare this ice cream some days in advance. If I felt like preparing something else, this delicate and neutral ice cream flavor would work perfectly. If served alone, the almonds would  provide a lovely  crunch to it so that it is not bland at all. Besides, you can prepare it in a moment, and the result are oh so good. Will you also try it?



Mascarpone cheese and almonds ice cream

Ingredients
250 grams of mascarpone cheese
100 grams of sugar
100 ml whipping cream
juice of 1 lemon
50 grams of toasted almonds, (flakes or coarsely ground)


Directions
To make the ice cream, put the cheese, sugar and  lemon juice in a bowl and mix well. Add the cream and mix again. Finish by adding the almonds, trying to keep them well distributed. Put in the freezer (or ice cream) at least 6 hours before serving, preferably overnight.

 
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