Panzanella

Panzanella - Tengo un horno  se como usarlo
Es verano, o al menos, eso es lo que dice el calendario. De nuevo estamos teniendo otro verano con lluvia, nublado y sin pasar de los 20 grados. Y no, no es que se me haya pegado el amor de los irlandeses por hablar del tiempo -cosa que cada vez entiendo más, porque no sólo es una forma de romper el hielo, es realmente un auténtico tema de conversación- es que es no hay forma de llevarlo bien. (Para las que sois nuevas, vivo en Irlanda del Norte)

Este verano, de todos modos, he decidido que básicamente, me da igual el tiempo que haga fuera. Ya sabes si Mahoma no va a la montaña… pues eso, que ante la perspectiva de otro año más en el que ni verano ni nada parecido, me he puesto a hacer helados, bebidas frías, ensaladas y demás platos de la estación.

No va a hacer calor, pero al menos me quito la sensación de que aquí solo tenemos una todo el año: nublado. Con más o menos frío, con más o menos lluvia, pero siempre instalados en esa única estación.

No me quejo. Es ridículo quejarse por algo así. Es sólo que este año he decidido ser intencional en que al menos, en casa tengamos la sensación de que, en alguna parte, es verano.

Hay ya tomates todo el año, en todas partes; de todas clases, variedades y –cuando tienen sabor- de todos los sabores. Pero la temporada real del tomate solía ser el verano. Y eso explica que platos como éste sean perfectos para comer en agosto.

Esta ensalada me hace muy feliz por muchos motivos. Primero, porque yo solo aprendí a comer tomate cuando ya era adulta. Y no os podéis imaginar la cara de decepción de mi padre toda mi infancia cada vez que me daban arcadas al probar un tomate. El los adora y yo lo intentaba, os lo prometo, pero era superior a mis fuerzas. Afortunadamente, no les hice ni caso durante muchos años y eso evitó que terminara por odiarlos a muerte; porque se diga lo que se diga, se puede sobrevivir sin comer-de-todo (que viene a ser lo que les gusta comer a tus padres), de verdad. Al final, empecé a comer esos tomates que solo son agua y no tienen textura ni apenas sabor, y gracias a eso me fui familiarizando con ellos, y por fin he terminado por apreciar el sabor y la consistencia de un buen tomate, carnoso, ácido y rebosante de jugo.

Pero esta receta es maravillosa por más motivos. Adoro el pan y adoro mojar el pan en las salsas. Y para mi debería ser deporte olímpico. Con categorías. Una de las mejores, sin duda, sería mojar pan en el aliño de la ensalada. Y ahí, amiga, tengo asegurado el título mundial. Sin fanfarronadas. El mío es amor del bueno. Y puro vicio también.
Total, que a una conversa al tomate que le vuelve loca mojar el pan en la ensalada, ésta le viene como anillo al dedo.

Saber de su existencia, sabía desde hace años, así que no necesitáis decirme que soy un poco lenta de reflejos. Lo sé. Y es que nunca la había tomado ni se me había ocurrido hacerla en casa. Así que cuando la preparé al hilo de mi “hágase el verano en Belfast” que os decía al principio, tuve una iluminación. Cómo había podido tardar tanto tiempo? Si es que era evidente que me iba a encantar. Si es que era de cajón, 2 + 2; pan en la ensalada!

Sí, ya sé: lenta, muy lenta de reflejos que es una a veces, qué se le va a hacer.

La gracia está en que además de buenísima, esta ensalada te deja ponerte cuqui un rato. Si te tomas una panzanella porque te transporta a Italia en verano y se lo cuentas a tus amigos –preferentemente guiris, que también ayuda- es una cosa. Si te zampas unos tomates en ensalada mojando pan, pues como que ya mola menos. O sea, que sigo siendo muy, muy fan de los italianos, que para mí son los padres del marketing incluso antes que los anglosajones, sobre todo en lo que tiene que ver con la comida. Y si no me creéis, pensadlo un poco. Pero con este tema me meto en otros jardines que darían para varios otros posts, así que os dejo la receta a continuación. Que también hay que decir que viendo las fotos no es que haga falta mucha indicación, pero os conozco, almas descarriadas, y es mejor que os dé todos los detalles.

Y como sigue haciendo un día horroroso, pero no me importa –y no me quejo- os dejo ya. Me voy a seguir entrenando duramente para mi carrera olímpica.

No sabéis lo que me lo curro.

Y la competencia tan dura que tengo con mi hija pequeña.

Sed buenas si podéis.


Receta facil de Panzanella - Tengo un horno y se como usarlo

Panzanella

Ingredientes

4 Tomates maduros de buen tamaño, a ser posible Raf o alguna variedad similar,
3 rebanadas gruesas de pan, mejor si es del dia anterior
1 cebolleta
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre
Sal
Pimienta
Unas hojas de albahaca


Preparación

Corta la cebolla en aros muy finos, ponla en un bol con un poco de aceite y sal, y reserva por unos minutos.
Si el pan esta duro, córtalo en cuadrados y reserva. Si es fresco, tuéstalo en la tostadora o el grill, y corta luego en cuadrados.
Corta el tomate en cubitos de bocado.
Pon en un bol el tomate y la cebolla y aliña a tu gusto con aceite y vinagre. Salpimienta.  Añade el pan y mezcla bien para que el aliño se reparta por todos los ingredientes. Sirve con unas hojitas de albahaca.

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