Pastel de pescado

noviembre 28, 2011
Me encantaría haber podido publicar esta entrada hace como cuatro o cinco días. Me encantaría haber podido mantener el ritmo habitual de publicación, pero no ha podido ser. Realmente, los últimos tiempos están viniendo tan cargados de obligaciones, viajes, trabajo, que no tengo un respiro. Odio no tener tiempo para el blog, porque realmente es lo que más me divierte, y hasta ahora he intentado mantener el ritmo en todo momento, pero mientras esto siga siendo sólo un hobby, (y no veo en un horizonte muy cercano demasiados bloggers profesionales en este país: si es de otra manera y no me he enterado, ya me lo diréis)  tengo que seguir compaginándolo con mi trabajo a jornada completa, con mi familia, y con el resto de mi vida, y hay momentos, como ahora, en los que todo parece una conspiración para que ni con esfuerzo pueda llegar a todo. 
Yo misma me canso de quejarme tanto. Es un lujo en este momento poder estar ocupada, tan ocupada, así que esto más que una queja, es una explicación. 
Por otra parte, hay veces que los viajes no son sólo de trabajo. Hay veces que la urgencia es tanta y tan continua que no damos valor a lo importante. Y cuando hay que hacer un frenazo porque lo que exige que estés ahí es algo importante, me temo que no puedo quejarme por desatender por unos días este blog. 
A todos los que os pasáis por aquí, y dejáis comentarios, a todos los blogs que suelo visitar y comentar a mi vez, a quienes me seguís en facebook o twitter, gracias por estar ahí, y disculpas porque durante unos días me temo que voy a estar desaparecida. 
Estoy segura de que será sólo unos días y después, en algún momento, todo volverá a su ritmo. Y si no, tendré que buscar la forma de hacer que todo encaje otra vez. Si lo consigo, ya os explicaré cómo, porque ahora mismo no tengo perfeccionada la técnica para que los días tengan 30 horas (porque ganar un campeonato de ojeras no cuenta aquí, ¿verdad?).
En fin, estos pasteles de pescado no tienen la culpa de mi agenda. De hecho, los pobres llevan esperando ya bastantes días su publicación. Esta es otra versión ligera de un clásico anglosajón. Yo sigo con mi personal batalla por una dieta más ligera, más equilibrada, pero sabrosa y apetecible. El pescado al horno o a la plancha es una maravilla, pero también me apetece de vez en cuando comer algo así. A estas tartas les he quitado la bechamel que suele ligarlas y las he cambiado por una salsa hecha con leche y queso. Así resulta una tartita cremosa, más consistente que sólo el pescado pero sin un aporte calórico excesivo.
Pastel de pescado

Ingredientes (para 4 personas)
500 gramos de pescado blanco en filetes, limpio y sin espinas (merluza, bacalao fresco o similar)
3 chalotas
100 gramos de queso fresco batido desnatado (y algo más para servir)
100 ml de leche desnatada
5 gramos de harina de maíz (1 cucharadita de Maicena)
Perejil picado 
Aceite

Preparación

En una sartén amplia, poner un poco de aceite y sofreir la chalota. Poner el pescado en un recipiente apto para microondas, salpimentar ligeramente, poner unas gotas de aceite y hacer 1 minuto a máxima potencia. Dar la vuelta a los filetes y hacer otro minuto. Dejar enfriar el pescado para poder desmigarlo con las manos. 
Precalentar el horno a 220º.  Poner el pescado en la sartén, con los jugos que haya soltado. Añadir el queso  crema. Disolver la cuharadita de maizena en la leche y añadir a la sartén. Añadir el resto de la leche. Remover y añadir el perejil picado. Cocinar a fuego medio unos 5 minutos, hasta que deje de estar líquida la salsa y comience a espesar. Probar y rectificar de sal si fuera necesario. Repartir en moldes aptos para horno y cocinar en el horno a 200º, unos 15 minutos. (La parte superior debe quedar tostada y hacer burbujitas). Servir acompañado de una cucharadita de queso crema y perejil. 

Sopa de pollo con almendras

noviembre 21, 2011


Igual que los finlandeses dicen que la sauna te limpia el cuerpo y el alma -y tienen razón-; yo soy de las que creen que una buena sopa puede arreglar casi, casi cualquier cosa. Ni siquiera hace falta que sea una sopita caliente en mitad de una gripe, o en una noche helada después de un día horrible. Incluso en verano, una sopa fría me sirve, o una crema líquida de postre.
Supongo que mi amor a la sopa será una ventaja para cuando sea una venerable ancianita sin dientes. Mientras llega ese momento, me encanta en todas sus formas y no me canso de hacer sopas y cremas. El secreto, en todos los casos, es un buen caldo de base, ya sea de ternera, pollo o verduras. Yo suelo preparar en cantidad y lo congelo para ir usándolo según lo necesito. Pero incluso hay caldos comerciales que van estupendamente y apañan una sopa en un momento. Otra ventaja es que se cocina todo en la misma cazuela, y así, si tienes el caldo listo, en 15 minutos la sopa está en la mesa, y la cocina se limpia  casi, casi, en el mismo tiempo.

Sopa de pollo con almendra

1/2 cebolla
50 gramos de almendra cruda, picada o en polvo
1 diente de ajo
Unas hojas de perejil fresco
400 gramos de pechuga de pollo en tacos
1 litro de caldo de pollo
Unas ramitas de tomillo o hierbas aromáticas al gusto
Aceite


Preparación
En una olla de fondo grueso, poner unas gotas de aceite y sofreír la cebolla a fuego medio. Añadir unas cucharadas de agua para que termine de hacerse, hasta que quede transparente. Mientras se cocina la cebolla (tardará unos 5-7 minutos), majar en un mortero la almendra picada con el ajo cortado en trocitos y el perejil, hasta obtener una pasta. Si fuera necesario, se puede añadir una cucharada del caldo para ligarlo.
Una vez cocinada la cebolla, añadir el majado del mortero y sofreir ligeramente. Añadir el pollo cortado en tacos de tamaño similar y freir ligeramente para que el exterior no parezca crudo; el interior se cocinará luego. Añadir el caldo y la ramita de tomillo o hierbas aromáticas al gusto. Llevar a ebullición, bajar a fuego medio y cocer unos 15 minutos, o hasta que el pollo esté cocinado al gusto.


ENGLISH
Finns say that Finnish sauna cleans the body and the soul -and they are so right!-; It is my belief that a good bowl of soup can fix almost, almost anything. It does not even need to be a hot soup in the middle of a flu or in a cold night after a horrible day. Even in summer, I love a cold soup, or a liquid custard for dessert.
I guess my love for soup will be an advantage when I become a venerable old lady with no teeth. Until then, I love soups in all their forms and I never get tired of making soups and custards. The secret, in all cases, is a good stock as base, either beef, chicken or vegetables. I usually prepare my own stock in quantity and freeze to go using it as required. But now you can find a full range of quite good quality commercial stock types so you can prepare soup in a moment. Another advantage od this recipe is that everything is cooked in the same pot, so if you have the stock ready,  in just 15 minutes you'll have your  soup on the table, and cleaning the kitchen will not take longer than that.

Almond Chicken Soup

1/2 onion
50 grams of raw almonds, chopped or powdered
1 clove of garlic
Fresh parsley leaves
400 grams chicken breast into cubes
1 liter of chicken broth
A few sprigs of thyme or herbs to taste
Oil

Preparation

In a heavy bottomed pan, put a few drops of oil and saute the onion over medium heat. Add a few tablespoons of water to finish cooking onion, until it is transparent. While onion is cooking (it takes about 5-7 minutes), mash in a mortar the almonds with diced garlic and parsley until you have a paste. If necessary, you can add a tablespoon of the broth to bind it.
Once the onion is cooked,  add the crushed mortar and fry lightly. Add chicken cut in dices of similar size and fry lightly. Do not worry: cook just the outside, the interior will cook later. Add broth and thyme sprig or herbs to taste. Bring to a boil, lower heat to medium and cook about 15 minutes, or until chicken is cooked to taste.



Semifreddo de café y cacao

noviembre 17, 2011

El  cambio de hora no afecta sólo a los niños, no señor. Aquí estoy yo para ser la prueba de todo lo contrario. Que a lo mejor no es el cambio de hora, y es sólo que cada año por estas fechas a una está a punto de caerle un añito más y le entra un cansancio y una flojera considerables. O es que a estas alturas del año, cuando los días se acortan y la lista de cosas para hacer desde primera hora de la mañana no se encoge al mismo tiempo, una llega tan cansada que en lugar de sentarse en el sofá a ver las noticias, se deja caer y se queda frita, fritísima, delante de la pantalla.
Así que tendré que aprovechar los pocos ratos que consigo aguantar espabilada para intentar tener los ojos abiertos ante el ordenador y terminar de escribir una entrada, y no convertirme en un osito que hiberne hasta primavera.
Entretanto, hoy aprovecho para mostrar un semifreddo ligero, ligerísimo que pone el broche prefecto a cualquier comida. Es ligero porque apenas lleva grasa. He usado sólo las claras del huevo y yogur desnatado para la base; y es perfecto para acabar una comida porque personalmente la mezcla de café y cacao me encanta y no me cansa nunca. Pero como todo, esto va en gustos y admite multitud de variantes. Por ejemplo, prueba a sustituir el café por zumo de naranja y le darás un cambio total sobre seguro. El dúo naranja-cacao siempre funciona. Si te apetece, también le puedes poner una base fina del bizcocho que más te guste y convertirlo en una tarta más consistente.


Semifreddo de café y cacao

Ingredientes (para 4 a 6 personas)
3 claras de huevo
1 pizca de sal para montar las claras
500 gramos de yogur natural desnatado (4 unidades)
1 café expreso -aprox. 40ml- (puede ser descafeinado)
2 cucharaditas de cacao en polvo sin azúcar (unos 10 gramos)
10 ml de edulcorante (ajustar al gusto)
El día anterior, poner un colador grande sobre un bol. Extender encima un paño fino y verter sobre él el yogur. Dejarlo toda la noche así en el frigorífico para separar el suero y la parte sólida del yogur.
En un bol amplio, montar las claras con una pizca de sal a punto de nieve con una batidora o robot de cocina. 
En otro recipient mezclar bien hasta integrarlos el yogur (tendrá la consistencia de requesón) con el café, el cacao y el edulcorante. Probar y rectificar de dulce si fuera necesario.
Verter esta mezcla en el bol de las claras, uniendo toda la masa con una espátula, con movimientos envolventes de abajo a arriba, para que no se bajen las claras al mezclarlo. 
Verter en vasitos individuales o en un molde tipo cake ligeramente engrasados. Llevar al congelador unas 4 horas y servir espolvoreado con cacao.



Galletas decoradas navideñas

noviembre 14, 2011

Estas son las primeras - y probablemente las últimas, aunque a estas alturas cada vez más soy consciente de lo poco predecible que es todo- galletas decoradas que aparecen en el blog. Realmente la decoración es lo que menos me interesa. Todo lo que tenga que ver con dedicar tiempo y trabajo delicado, sin interrupciones (glasa que se seca, o que necesita espacio y tiempo de un día a otro, por ejemplo) ahora mismo está fuera de mis posibilidades. Pero es que además, me cuesta mucho mantener la atención en este tipo de trabajos. No disfruto con los trabajos delicados y que requieren mucho tiempo, mucha precisión. No es lo mío. Nunca lo ha sido, y me distraigo con facilidad, mis dedos no son muy hábiles, y se me ocurren miles de otras cosas que hacer. ¿Y para qué he hecho estas galletas?, os preguntaréis Pues básicamente para disfrutar de un grupo de amigas. Hace un tiempo que unas cuantas bloggers de Mallorca hemos ido haciendo cosas juntas, y la última, este sábado, ha sido una tarde de decoración de galletas navideñas que con toda la generosidad del mundo, dirigieron María, del blog Mamalá y Rosilet, de Sugg-r.
 Yo lo confieso, chicas, lo pasé genial, fue divertido, aprendí varias técnicas.... pero me temo que no lo voy a repetir yo solita en casa, al menos de momento.  Eso sí, no podía resistirme a enseñar mis pequeños triunfos, y sobre todo, y espero que a María no le importe, a compartir su maravillosa receta de galletas de mantequilla.


Lo que hicimos fue preparar las galletas previamente y reunirnos sólo para decorarlas (gracias Loli por dejarnos invadir tu local con esa alegría). Pero todas usamos como base la receta que nos pasó María y que os incluyo a continuación. Yo os recomiendo encarecidamente conservar esta receta, incluso, si, como yo no tenéis previsto decorar galletas en breve, porque es "la" receta de galletas de mantequilla. En parte por eso la estoy publicando, porque se ha convertido en una referencia cada vez que tenga que hacer galletas de este tipo. Teresa sustituyó 50 gramos de harina por cacao en polvo para sus hombrecitos de chocolate, y en otra masa puso colorante rojo y quedaron unos corazones de un rojo precioso.

Bueno, cuando leáis la receta veréis que ligeras, lo que se dice ligeras no son. Si a esto le añades que la glasa se hace con cantidades indecentes de azúcar glas, la tropelía diétetica no hace más que mejorar. Pero todos tenemos algún día en el que dejarnos llevar solamente por la vista y disfrutar de lo bonitas que son unas galletitas navideñas como estas.
Y, naturalmente, no podía dejar de mostraros la última obsesión de mi amiga Teresa -Los postres de Teresa- que nos regaló estos cupcakes absolutamente tremendos. Fueron mi desayuno el domingo y he de decir que son espectaculares. Ella está ahora obsesionada con el cupcake, ha descubierto todas sus posibilidades y podéis encontrar sus creaciones en su blog. Para no perdérselo.


Además de las profes, Loli y Teresa, también estuvieron Caty, Juana  y Cristina

Gracias a todas por una tarde muy divertida.


Galletas de mantequilla

Ingredientes: (no me atrevo a poner cantidades, porque depende del tamaño de los cortadores que uses y el grosor de tus galletas, pero suficientes para una buena tarde decorando galletas)

300 gramos de harina
1 huevo
150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
70 gramos de azúcar
Una pizca de sal
Opcionalmente, media cucharadita de esencia de vainilla (u otras especias o esencias que quieras usar)


Preparación:
Batir la mantequilla hasta conseguir una crema, añadir el azúcar tamizado e integrarlo con la mantequilla. Si se utiliza alguna esencia,  añadirla  ahora, y después ir vertiendo el huevo ligeramente batido, poco a poco. Tamizar la harina, echar una pizca de sal y con la batidora en  marcha,  agregar cucharada a cucharada.  Estirar la masa  poniéndola  entre dos hojas de film  transparente, o papel de horno hasta dejar  0,5  mm Retirar el plástico y cortarla con el cortapastas.
Precalentar el horno a 170º, y hornearlas durante 12  minutos, sin aire. Al  sacarlas dejarlas unos minutos en la misma bandeja, y pasarlas a una  rejilla  para que se enfrien.



 ENGLISH
These are the first - and probably the last- decorated cookies that appear on the blog. Food decoration is really not at the top of my interests. Everything having to do with spending time and delicate work without interruptions is right now simply beyond my capabilities. Besides, I can hardly keep the focus on this type of work. I do not enjoy this kind of delicate and time consuming work. It is not my thing. It never has been, and I get distracted from it easily. My fingers are not good at it, and I can think of a thousand other things I´d better do than decorating. So, why have I made these cookies, you may ask? Well, basically they where a great excuse to enjoy a great afternoon with a group of friends. 
Last Saturday I met a group of Majorcan food bloggers to spend an afternoon decorating Christmas cookies. Thanks to María, from Mamalá, and Rosilet, from Sugg-r. Rosilet, who taugh the rest of us with great generosity. 

I confess, girls:  I  had a great time, it was funny, I learned several techniques .... but I'm afraid I will not repeat it myself at home, at least for now. Of course, I could not resist showing my small triumphs, and above all, and I hope that Maria does not care if I share her wonderful butter cookie recipe.

Each of us prepared some cookies in advance and met for decoration only (by the way, a huge thank you to Loli for allowing us to invade her place with such joy). But all of us used the basic recipe María passed on to us, and that you will see below. I highly recommend you keep this recipe, even if, as myself, you have no decorating cookies scheduled soon, because it is "the" butter cookie recipe. In part that's why I am posting, because it has become a reference whenever you have to make cookies like this. Besides, it is so versatile: Teresa replaced 50 grams of flour for cocoa powder for the little men of chocolate, and in others, some colorant drops made lovely red hearts. 


And, naturally, could not help but show you the latest obsession of my friend Teresa fom Los postres de Teresa desserts gave us those incredible cupcakes. They were my breakfast on Sunday and I must say they are spectacular. She is now obsessed with the cupcake thing, she has discovered all the possibilities and you can find her creations on her blog. Do not miss.

In addition to the profs, Loli and Teresa, they were also Caty, Juana and Cristina. Thank you all for a fun afternoon.





Butter Cookies

Ingredients: (I dare not put amounts because it depends on the size of the cutters you use and the thickness of your cookies. But they are enough for a good afternoon of cookie déco)

300 grams of flour
1 egg
150 grams of butter at room temperature
70 grams of sugar
Pinch of salt
Optionally, a half teaspoon of vanilla extract (or other spices or essences you wish to use)

Preparation:

Beat butter until a creamy, add sifted sugar and integrate it with the butter. If you use some essence, add it now and then go lightly beaten egg by pouring little by little. Sift the flour, add a pinch of salt and with the mixer running, add spoonful by spoonful. Roll dough between two sheets of plastic wrap or parchment paper until leaving 0.5 mm. Remove the plastic and cut with cookie cutters.
Preheat oven to 170 degrees, and bake for 12 minutes without air. Leave a few minutes to remove them in the same tray and pass them to a wire rack to cool.

1080 fotos de cocina: Pisto de calabacín con atún

noviembre 09, 2011
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El pisto es una de esas cosas que odiaba de pequeña, y que ahora hago igual que mi madre: cortando el calabacín con una mandolina para que queden tiras finísimas y lo haga aún más agradable de comer. Por lo demás, en casa siempre se ha hecho con esta receta, que es la de Simone Ortega. El atún se añade justo al servirlo y lo convierte en una comida muy completa, mejor para tomar en verano, cuando todos los ingredientes están en temporada y el sabor que se consigue es más intenso.

Yogur helado de frambuesas y frutas del bosque

noviembre 06, 2011


Al título de este post aún le falta el final: "Con la heladera de FAGOR". Y el resultado creo que habla por sí mismo. Hace unos días me avisaron de que me enviaban una heladera para probarla. El paquete llegó el viernes, y como veis, tenía tantas ganas de probarla que inmediatamente puse la base en el congelador, y este es el resultado.  
La heladera tiene una capacidad para 1,6 litros, y con las cantidades de la receta de hoy se llena prácticamente toda. Como todas las heladeras en la que la base ha de congelarse previamente, ha de estar al menos 12 horas en el congelador. Pero una vez la base está congelada, esta receta te encantará porque en 30 minutos puedes disfrutar de un yogur helado cremoso y con un resultado perfecto. Esta receta es tan rápida porque uso las frutas congeladas, con lo que directamente después de preparar la mezcla puede ir a la heladora. Además, esta receta no tiene apenas grasa, y aunque no se puede decir que sea una receta ligera o para tomar todos los días, es mucho más ligera que un helado convencional, con menos grasa pero con una textura muy similar.
Así que con este resultado os podéis imaginar lo que me ha gustado poder probarla. Ya tengo un par de ideas en mente que tenía muchas ganas de probar en espera. 

Gracias, Fagor!


Yogur helado de frambuesas y frutas del bosque
Ingredientes (para aproximadamente 1,5 litros de yogur helado)

400 gramos de leche condensada (yo la usé desnatada)
4 yogures naturales desnatados (500 gramos)
300 gramos de frambuesas congeladas
100 gramos de frutas del bosque congeladas

Nota: yo usé esta combinación de frambuesas y frutas del bosque porque era la que tenía en casa, pero puedes usar la que prefieras a tu gusto. Incluso si usas las mismas frutas, es interesante guardar un cuarto de la cantidad para que queden trocitos en el helado

Preparación
Batir en el vaso de una batidora eléctrica las frambuesas con el yogur y la leche condensada y mezclar bien. Añadir las frutas del bosque, poner en la heladora y dejar que el helado se haga en 30 minutos. Una vez acabado el tiempo, se puede consumir directamente, o poner en un contenedor plástico (como el que yo usé, con tapa) y llevar al congelador. Sacar 10-15 minutos antes de consumir para poder trabajar mejor el helado al servirlo.




The title of this post should still finish like this: "With the FAGOR ice cream maker". And I think the result speaks for itself. A few days ago they told me from FAGOR that they were sending me an ice cream maker  to test it. The package arrived on Friday and as you see, I really wanted to try it. So, I immediately put the base in the freezer, and this is the result.
The ice cream maker base has a capacity of 1.6 liters, and the amounts I used in this recipe filled almost the entire recipient. Like all ice cream makers in which the base should previously be frozen, it must be at least 12 hours in the freezer. But once the base is frozen, you'll love this recipe because in 30 minutes you can enjoy a creamy frozen yogurt with a perfect result. This recipe is so quick because I use frozen fruit, which allows the mix to go directly into the machine instead of having to wait for it to get cold. Besides, this recipe has very little fat, and although we can not say it's a light recipe you can take every day, is much lighter than conventional ice cream with much less fat but with a very similar texture and full of flavor with the yogurt and the fruits.
With this result you can imagine how I liked to try it. I still have a few ideas in mind that I really want to try, so there will be more coming.

Thanks, Fagor!




Raspberry and fruits of the forest frozen yogurt
Ingredients (for about 1.5 liters of frozen yogurt)

400 grams of condensed milk (I used it skimmed)
500 grams fat-free plain yogurt 
300 grams of frozen raspberries
100 grams of frozen fruits of the forest

Note: I used this combination of raspberries and wild berries as it was what I had at home, but you can use your choice to your liking. Even if you use the same fruit, it is interesting to keep a quarter of the amount apart from the mix to keep bits in the ice cream.



Preparation
Beat in the bowl of an electric mixer raspberries with yogurt and condensed milk and mix well. Add the berries, put in the ice cream maker and let the ice cream machine works for 30 minutes. Once it is ready, it can be consumed directly, or put in a plastic container (like the one I used, with lid) and freeze. Take out from the freezer 10-15 minutes before serving the frozen yogurt.

Moussaka ligera

noviembre 03, 2011

Antes incluso de conocer la expresión comfort food yo ya sabía que existía. No la expresión como tal, sino esa sensación de comida que te calienta el estómago automáticamente, que te hace sentir bien la tomes cuando la tomes, y que casi, casi, puede resolver cualquier problema, presente o futuro. Esa comida que sería capaz de resucitarte, que te calienta el cuerpo y te alegra el alma sin saber bien por qué. Eso que los anglosajones denominan confort food, y que yo no acabo de saber bien cómo llamar.
En mi categoría personal de comfort food entrarían muchas cosas (algunas las puedes ver pulsando sobre la etiqueta de "comfort food") que están ahí simplemente porque me pone una sonrisa o me reconforta pensar en esos platos.
En esta categoría personal entran la lasaña y la moussaka. No se bien por qué, porque no tengo recuerdos especiales de infancia con estos platos, aunque sí recuerdo prefectamente la primera vez que tomé moussaka; pero eso es otra historia.
Lo que he hecho en la receta de hoy es limitar los daños en forma de grasa que tiene toda buena moussaka. Así, he reducido considerablemente las grasas al sustituir la carne de ternera por mezcla de pollo y pavo, y la bechamel la he cambiado por una crema hecha con yogur desnatado. Aunque no te parezca que suene demasiado bien, hay que darle una oportunidad. Incluso así, ligera y con la grasa reducida, sigue siendo uno de esos platos que te alegrarán el estómago lo tomes cuando lo tomes. Está mejor de un día para otro (sólo un día) y congela bien, pero sin la crema de yogur. Puedes hacer el doble de cantidad y congelar una sin la crema. Cuando la quieras tomar, descongela, añade la crema y cocínala en el momento. 
Y una advertencia: como hay que darle tiempo al yogur para que suelte el suero y quede con una consistencia manejable para la crema, tendrás que hacer este paso al menos unas horas antes. Mejor si lo dejas escurriendo por la noche en el frigo y por la mañana lo preparas directamente.


Moussaka ligera

Ingredientes (para unas  4 a 6 raciones)

2 yogures naturales desnatados
1/2 kilo de carne de pavo y pollo picado
1 cebolla mediana
1 diente de ajo picado
1 cucharadita de canela en polvo (1/2 si no te gustan los platos muy especiados)
1 cucharadita de sal gruesa, y más para la berenjena
1/4 cucharadita de nuez moscada molida
1/4 cucharadita de pimienta negra recién molida
Una lata de 400 gramos de tomates pelados (en trozos o enteros y cortados luego, pero NO triturado)
1 cucharada de orégano fresco picado (1 cucharadita de orégano seco en su defecto)
2 berenjenas medianas (unos 500 gramos)
50 gramos de queso parmesano rallado
1 huevo grande, más 1 clara de huevo grande
Un poco de aceite de oliva


Preparación

Poner en un bol un colador y encima un paño fino para filtrar los yogures y que suelten todo el suero. Dejarlos así al menos dos horas, mejor toda la noche en el frigorífico.
En una sartén grande de fondo grueso, poner la carne picada a fuego medio hasta que esté dorada - unos 6 minutos. Con una espumadera, retirar la carne y reservar en un bol. En la misma sartén, añadir la cebolla picada menudita, el diente de ajo picado, la canela, la sal, la nuez moscada y la pimienta, y cocinar hasta que la cebolla esté transparente, unos 10 minutos. Si fuera necesario, añadir unas cucharadas de agua. Cuando la cebolla esté a punto, añadir la carne picada, los tomates en trozos con su jugo, y el orégano. Llevar a ebullición, reducir a fuego medio-bajo, y cocinar a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que la salsa haya espesado, aproximadamente 1 hora.
Mientras se hace la salsa, cortar la berenjena en rodajas de medio centímetro de espesor, salar, y dejar reposar en un colador para que suelten el agua. Lavar las rodajas de berenjena, secarlas bien con papel de cocina. Poner unas gotas de aceite en una bandeja para horno, extender con un pincel y poner las berenjenas encima. Poner unas gotas de aceite por encima y llevarlas al horno en función grill, unos 2 minutos por cada lado, hasta que estén doradas. (Si tu microondas tiene grill o tienes una parrilla, puedes hacer este paso en ellos).
Poner el yogur sin suero en un bol amplio. Añadir el huevo batido, la clara y el queso parmesano, batir enérgicamente con un tenedor y reservar.
Precalentar el horno a 180 grados. Montar la moussaka: colocar una capa de berenjena en el fondo de un molde para horno de 20 cm por 20 cm. Cubrir con la mitad de la carne picada. Colocar otra capa de berenjenas, y añadir encima el resto de la carne. Cubrir con la última capa de berenjenas y verter encima la mezcla de yogur preparada. Hornear hasta que la capa superior comience a dorarse, unos 30 minutos. Una vez fuera del horno, dejar reposar hasta que enfríe un poco moussaka y quede firme, unos 10 minutos. Cortar y servir.



Before I even know the term comfort food I already knew it existed. Not the expression itself, but the feeling of food that automatically warms you up, a food which makes you feel good when you take it, and almost, almost, can solve any problem, present or future; That kind of food that will warm your body and soul.
In my personal comfort food category there are quite many things (some of which you can view by clicking on the label of "comfort food") that are there simply because they  put a smile in my face.
In this category there is always a place for moussaka.
What I have done in today's recipe is limiting the damages from fat intake. So, I have significantly reduced the fat by substituting beef for chicken and turkey, and I have changed bechamel by a sauce made with yogurt. Although you might think that it sounds not too good, you should give it a chance. Even so, light and reduced fat, it remains one of those dishes that will cheer your stomach anytime. It is best overnight, and freezes well, but without the yogurt sauce. You can double the amount and freeze one moussa without the yougourt sauce. When you want to make it, add the sauce and cook at the time.
Just one tip: as you need some time for yoghurt to release the serum you have to do this step at least a few hours earlier. Best if you leave it running down overnight in the fridge and prepare directly the following morning.

Light moussaka

Ingredients (4 to 6 people)

250 grams  plain nonfat yogurt
500 grams ground turkey (or turkey and chicken)
1 onion
1 clove garlic, minced
1 teaspoon ground cinnamon (1/2 if you are not too fond of spice)
1 teaspoon coarse salt, plus more for eggplant
1/4 teaspoon ground nutmeg
1/4 teaspoon freshly ground pepper
1 can (400 grams) whole or chopped peeled tomatoes
1 table spoon chopped fresh oregano (or 1 teaspoon dried oregano)
2 medium eggplants (about 500 grams)
50 grams grated Parmesan cheese
1 large egg plus 1 large egg white
Olive-oil cooking spray

Directions

Drain yogurt in a cheesecloth-lined sieve until thickened, 2 hours or overnight. Place turkey in a medium saucepan over medium heat; cook until browned, about 6 minutes. Using a slotted spoon, transfer to a medium bowl. Add onion, garlic, cinnamon, salt, nutmeg, and pepper to saucepan; cook until onion is translucent, about 10 minutes. Return turkey to saucepan with tomatoes and oregano. Bring to a boil; reduce heat to medium low; simmer until sauce has thickened, about 1 hour. Remove from heat; set aside.
Preheat broiler. While sauce cooks, cut eggplants into 11 cm slices. Sprinkle with salt on both sides. Place in a colander over a bowl; let stand to drain. Discard liquid; rinse each slice under cold running water to remove all salt and juice. Place slices on several layers of paper towels; press out water. Lay dry slices on a clean baking sheet; coat with olive-oil spray; broil until browned, about 2 minutes. Turn; coat with olive-oil spray; broil until browned, about 2 minutes more. Repeat until all eggplant slices have been broiled; set cooked eggplant aside.
Place drained yogurt in a small bowl. Add Parmesan and eggs. Whisk together briskly with a fork; set aside.
Preheat oven to 180ºC degrees. Assemble moussaka: Place a layer of eggplant on the bottom of an 20 cm by 20 cm baking pan. Cover with half the turkey sauce. Place another eggplant layer, then the remaining turkey sauce.Add a final eggplant layer; cover with reserved yogurt mixture. Bake until mixture is bubbling and top starts to brown, about 30 minutes. Transfer to a heat-proof surface; let sit until moussaka cools slightly and firms, about 10 minutes. Cut into squares; serve.
 
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