Gratin Dauphinois - mon style

Hace años compartí piso unos meses con una chica francesa que intentaba aprender español. Para calcular los años, basta decir que cada vez que se subía a sus tacones decía que se ponía "Tacones lejanos", como en la película de Almodóvar que habían estrenado poco antes. Mi amiga S. y yo jamás corregimos su error. Era mucho más divertido verla salir por el pasillo después de  "ponegse-sus-tacones-lejhanousss" y supongo que la probre se volvió a Francia convencida de que no existía en castellano algo así como zapatos de tacón o tacones altos, sino simplemente "tacones lejanos".  
Aparte de esto, apenas recuerdo de ella dos cosas más: 
  • sus curiosas teorías nutricionales, que se resumían en intentar adelgazar comiendo exclusivamente verduras o purés de verduras, pero con una buena cucharada de mantequilla, porque "tenía que comer alguna grasa", y terminar la comida con un par de porciones de queso -algo que me encanta,  aunque a pesar de haberlo intentado persistentemente, yo todavía no he encontrado ninguna dieta que te permita tomar una buena ración brie para acabar la comida-;
  • y que introdujo en mi memoria gastrónomica esta sencilla especialidad francesa. 

Este plato para mí siempre ha sido un acompañamiento a carnes o pescados alternativo a las patatas al horno, algo diferente, sobre todo si lo haces en moldes individuales. Personalmente, me cargo la tradición y le añado cebolla y champiñones o setas, para obtener un pastel salado que sirve tanto de guarnición de carne como de plato principal con una ensalada, se va haciendo en el horno tranquilamente y puede estar listo al sentarse a la mesa.
Y si en el proceso te apetece ponerte mona, simpre puedes comerlo subida a tus "tacones lejanos".



Gratin dauphinois (mon style)

Ingredientes (para 4 personas)
500 gramos de patatas
250 ml de leche
100 ml de nata
1 diente de ajo
50 gramos de setas
1 cebolla mediana
Pimienta negra molida
1 cucharadita de nuez moscada
1 guindilla


Preparación
Pelar las patatas, y lavar. Reservar (mejor en un bol cubiertas de agua -sin cortar todavía, no queremos perder el almidón-) hasta el momento de utilizarlas.  Saltear las setas con un poco de aceite y la guindilla.. salpimetnar. Por otra parte, calentar en un cazo la leche con la nata, añadir el ajo en trocitos, un golpe de pimienta negra al gusto y una cucharadita de nuez moscada y llevar a ebullición. Retirar del fuego. Cortar las patatas en rodajas de 3 o 4 mm. (algo más gruesas que para tortilla). Cubrir el fondo de una fuente que pueda llevarse al horno con las patatas, salpimentar, añadir una capa de cebolla cortada en rojadas finas, y poner las setas. Cubrir con otra capa de patata y cebollas, y salpimentar de nuevo. Verter la mezcla de leche, nata, ajo y especias sobre las patatas y poner en el horno, precalentado a 180º durante unos 50 minutos.
Servir como guarnición, o como plato principal, acompañado de una ensalada.

Comparte o imprime:

25 comentarios

  1. que historia...bueno,te quedaste ocn la receta

    ResponderEliminar
  2. Fantastica receta....una historia divertida, menos mal q tienes esa estupenda memoria, para recordar esto tan rico...

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  3. La verdad es que a mí la Dauphinois me la enseñaron a hacer en Francia y me parece espectacular, aunque es verdad también que llena muchísimo pero de vez en cuando... Besos,Marta

    ResponderEliminar
  4. Estupenda receta , y la historia muy divertida...que gracia con lo de los tacones lejanos. Bss.

    ResponderEliminar
  5. Me encanta este gratin.Tengo familia en Francia y siempre que hay cena, no falla nunca!
    Te ha quedado super apetecible.
    Muchos besos

    ResponderEliminar
  6. jajajajajajajaj Pobre amiga francesa!. jajajajajajajajaja. Ayyyyyy, con sus tacones lejanos!. jajajajajajaja
    Tu gratin dauphinois es una delicia y me lo anoto incluso habiéndote cargado la receta tradicional. Qué más da!.
    Un besoteeeeeee

    ResponderEliminar
  7. Que rico, yo me lo comería como plato principal, me parece la papa en sí ya algo contundente y llenador.
    Que buenos recuerdos, me ha encantado eso de tacones lejanos :)) y yo tambien soy asidua a los postres como el queso, me parece muy chic.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Creo que me pondré unos "tacones lejanos", mientras se prepara este platito en el horno, y me tomo tu cocktail anterior que no había visto. Bss.

    ResponderEliminar
  9. Esta receta la he probado yo, pero sin setas, tomo nota debe de estar delicioso.
    Qué graciosa tú amiga con lo de los tacones lejanossssssssss!!, jejeje.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  10. Jejeje, qué risa con los tacones lejanos, habrá que subirse a ellos y ponerse manos a la obra con esta receta, muy buena, por cierto.
    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Muy divertida la historia jeje. Una vez hice esta receta y no me salió muy bien, tengo que volver a probarla! Te ha quedado perfecta. Muacks

    ResponderEliminar
  12. Pues yo el gratin dauphinois lo voy a hacer más temprano que tarde, pero creo que paso de ponerme los tacones sean lejanos o los de cerca. Es que necesito estár cómodo para cocinar.

    Me ha encantado. Me recuerda a la lasaña sueca que publiqué no hace mucho. Vete tú a saber si era una adaptación nórdica de este plato francés.

    Besos.

    ResponderEliminar
  13. Me gusto mucho tu receta, esta se la tengo que hacer a mi hija mayor, que esta estudiando Filología Francesa y todo lo relacionado con los franceses le encanta. Me la guardo.
    Besitos…

    ResponderEliminar
  14. Siempre es bueno haber compartido piso con alguien de otra nacionalidad! siempre aprendemos cosas nuevas! besos

    ResponderEliminar
  15. Ja, ja, ja que buena historia me dío risa. ..Que buena!!! me encantan estas papas son una delicia y lo mejor te traen un recuerdito de tu amiga S.
    Bss
    Tita

    ResponderEliminar
  16. Espe: sí, al menos esto me quedó de esos meses de piso compartido. Un beso.
    Sonia: Gracias. Un abrazo
    Marta: A mí no me gustan especialmente los platos con nata, y es cierto que llena mucho, pero me gusta usarla como una guarnición diferente. Funciona muy bien, y sí, es un clásico de la cocina francesa.
    Luisa: muchas gracias.
    Ingrid: Entonces ya sabes que es un clásico, pero es que como tú dices, no falla nunca. Un beso.
    Laura: mil gracias. Estoy segura que tú también le darás otra vuelta. No te imagino repitiendo la receta al pie de la letra. Un beso.

    ResponderEliminar
  17. Carolina: Yo creo que con las setas es perfecto como plato principal. Sin ellas, es una guarnición bastante contundente. Un beso.

    María: a ver si nos tomamos una copa subidas a los tacones y nos reímos un poco. Un beso.

    Mar: la receta clásica no los lleva, y es un clásico de la cocina francesa, pero me apetecía ponerle algo más de gracia. Cuéntame si lo pruebas así qué te parece.

    Ana: Gracias, Un beso.

    Lydia: Si te animas, me cuentas. un beso.

    Jose: Si lo haces con los tacones lejanos, yo no me pierdo esa foto, vale? He repasado tu receta de la lasagna, y la verdad es que la vi en su día, pero no me había vuelto a acordar. A lo mejor era una adaptación de una adaptación... quién sabe. Un beso.

    María Jesús: Ya me dirás qué os parece si la pruebas, ok? Yo no sé demasiado de cocina francesa, pero para muchas cosas, sobre todo a nivel técnico, son la referencia fundamental en cocina. Un beso.

    Judith: Un beso enorme.

    Tita: Me alegro de verte por aquí ( y por tu blog). Un beso grande, grande.

    ResponderEliminar
  18. Una receta estupenda,no me voy a poder resistir a prepararla,porque se ve tan ricaaa,besos

    ResponderEliminar
  19. el bazar de los sabores9/11/10 16:51

    Que buenísimo el plato y como principal con una carnecita de lujo.
    jejejej me he reido con la historia.Un saludo desde el bazar de los sabores

    ResponderEliminar
  20. Estos totalmente de acuerdo contigo: el gratin es ideal tanto como acompañamiento como para plato principal, está tan rico! Aunque yo lo hago sin tacones lejanos, que será muy elegante pero poco práctico :)

    ResponderEliminar
  21. Qué rico ese pastel de patatas. Otro tal vez no, pero tuyo sí que habrá que comerlo sobre los tacones lejanos, está de lujo. Me gusta la dieta de tu amiga, jaja, yo soy de esas. :-)

    Un beso.

    ResponderEliminar
  22. Lo hago de vez en cuando, pero no le incluyo setas, creo que es un buen acompañamiento. la próxima vez las incluire.
    Besos

    ResponderEliminar
  23. Creo que sin duda de mis paltos preferido, Madame Tacones Lejanos te dejó un buen legado.
    Un beso

    ResponderEliminar
  24. Qué chulo algo dulce: No te resistas, no vale la pena y vas a disfrutarlo.
    Bazar de los sabores: Un abrazo.

    Irene: mejor los tacones te los pones con el plato acabado, sí.

    María Lunarillos: un lujazo tenerte por aquí. Me encanta todo lo que haces, y sí, sobre dietas daría para varios libros.

    Ana: Yo creo que admite también otros acompañamientos para irlo variando, y hacer por ejemplo, un pastel con verduras en capas: calabacín, zanahoria... bueno, que partiendo de esta base se puede jugar mucho y con muy buen resultado. Sólo que en este caso yo cocería las patatas un poco porque los tiempos de horno no son homogéneos. Besos, guapa, te está quedando un blog superchulo.

    Cris: de todo aprende una, la verdad; y sí, no puedo quejarme, he tenido amigas muy generosas.

    ResponderEliminar
  25. Soy una fan de la Dauphinois!!!! jamás le he puesto cebolla o champiñones, y me parece una idea genial, ¿porque no ponerlos?, a la próxima le añadiré cebolla! por cierto yo me apunto a la dieta de acabar la comida con un trocito de brie, de hecho es uno de mis vicios! un beso guapa

    ResponderEliminar

 
Copyright © Tengo un horno y sé cómo usarlo. Diseñado con por Las Cosas de Maite