Pan de pasas y nueces



Probablemente porque adoro el pan y soy capaz de comerlo solo, sin nada más, en cantidades industriales, durante mucho tiempo me han dejado muy fría los panes "con cosas". La gracia del pan es su sabor neutro: a pan. Pero solo a pan. Así lo puedes acompañar de lo que quieras, siempre. De hecho, yo nunca le he puesto mantequilla al pan. Probablemente porque hasta hace solo unos años mi idea de pan era un pan blanco de barra u hogaza. Punto. Final. Los panes nórdicos te enseñan la necesidad de acompañarlos con mantequilla- o con lo que sea, porque verdaderamente los panes de centeno no son agradables cuando no estás acostumbrada a su sabor. Cuando los descubres te das cuenta de que es una suerte que el trigo fuera el cultivo clásico del Mediterráneo y que hay algunas razones por las que los españoles no entendemos una comida sin pan (o no la entendíamos antes) y por las que nos sigue resultando extraño que el pan no sea parte natural de cualquier comida que se precie.  

Pero como en todo, empiezas a probar panes con cosas y aprendes que hay miles de combinaciones posibles, y te rindes a la evidencia de que el pan solo es maravilloso, pero, definitivamente, el mundo del pan no acaba ahí.  
Este es uno de esos panes que he aprendido a disfrutar. Es un pan de trigo, pero integral,  perfecto para acompañar una tabla de quesos, porque las pasas y las nueces le van de maravilla.  






Pan con pasas y nueces
Ingredientes

400 gramos de harina integral de fuerza
100 gramos de harina blanca de fuerza, (y algo más para enharinar ligeramente la superficie de trabajo)
10 gramos de sal
20 gramos de levadura
60 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
300 ml de agua
125 gramos de nueces
100 gramos de pasas 


Preparación




Pon todos los ingredientes secos, excepto las nueces y pasas, en un bol. Añade el agua poco a poco y mezcla con la mano. Una vez se haya incorporado toda la harina, pasa la mezcla a la superficie de trabajo, ligeramente enharinada y amasa unos 5 minutos. Lleva la masa de nuevo al bol y déjala reposar  2 horas, alejada de corrientes de aire y cambios de temperatura (a menudo, el horno apagado con la puerta cerrada es una buena cámara casera de fermentación). Prepara la bandeja para el horno con papel de hornear o una hoja de silicona. Incorpora las nueces y las pasas a la masa, forma una bola y haz un agujero en el centro, abriéndolo con los dedos hasta conseguir un círculo central de unos 5 cms sobre la bandeja. Espolvorea con un poco de harina y deja que vuelva a levar otra hora. Precalienta el horno a 230 grados y hornea unos 30 minutos, hasta que esté dorado. Deja enfriar en una rejilla. Es perfecto para servir con una tabla de quesos variados.




Comparte o imprime:

2 comentarios

  1. Hola requeteguapa! que me he pasado a darme una vuelta por tus cosas y aquí me estoy quedando enamorada de la vida. Quería desearte felices fiestas. Sé que es pronto pero me conozco, luego me lío y no vengo que no sería la primera vez. Aquí doña desastre no cambiará nunca.

    Un besazo y me llevo las soletillas que me ha gustado mucho tu receta y tengo ganas de hacerlas. Un besazo

    ResponderEliminar
  2. Y ni se te ocurra cambiar! Felices fiestas tambien para ti y los tuyos. Un besazo enorme y todo lo mejor para el 2017! muacs

    ResponderEliminar

 
Copyright © Tengo un horno y sé cómo usarlo. Diseñado con por Las Cosas de Maite