Galletas de chocolate sin gluten


Ríete siempre de quien te diga que basta con sustituir harina de trigo por harina sin gluten en una receta para tener la versión sin gluten del mismo plato.
El gluten le da una estructura a las masas que las harinas sin gluten no le aportan. El sabor y el color son también completamente distintos, igual que es diferente la cantidad de líquido que absorben las masas, y muchas otras cosas que se ven afectadas en el proceso, sobre todo si hablamos de repostería y de masas esponjosas, o de panadería y masas levadas en las que el papel del gluten es crítico.
Así que no, si estás empezando a introducirte en la repostería sin gluten, no te creas ni por un segundo que con cambiar una harina por otra ya lo tienes todo hecho.
Claro, que esta regla fundamental que te acabo de dar, como todas las reglas, tiene su excepción. En mi experiencia, cuanto menos crítico sea el papel de la harina en la receta (entiéndase que la receta pide poca cantidad de harina y no busca un resultado esponjoso, abizcochado, o similar), más posibilidades tienes de que se pueda cambiar una harina por otra sin demasiado problema.
Esto me funcionó en esta receta de brownies sin gluten que publiqué hace un tiempo, (en parte, porque estos brownies tienen muchísimo chocolate y muy poca harina, no son un bizcocho, sino más bien un pudding), o como en este caso, en estas galletas superchocolatosas.                                                    

Estas galletas en realidad son como galletas de mantequilla con mucho cacao. La harina aquí es en realidad un actor secundario. Claro que no me había dado cuenta hasta a mi hija le dio por hacerlas varias veces seguidas hace unas semanas. Supongo que es otro de los efectos secundarios de las limitaciones de salir que tenemos una y otra vez por el COVID19: A mis hijas cuando se aburren les ha dado por hacer más repostería que de costumbre.
En concreto, esta receta de galletas de chocolate es un clásico del blog, que publiqué hace tiempo y que es un auténtico vicio. Pero precisamente porque son una bomba dietética y las comemos sin darnos cuenta, trato de no hacerlas a menudo. Ahora hacía tiempo que no me había acordado de ellas. Pero a mi hija le dio por hacerlas hace unos días y un par de días después repitió. Eso sí, esta vez la convencí de separar la masa en varias porciones y congelarla. Después, usamos una porción cada vez cuando encendí el horno para cualquier otra preparación. Y con unas 6 u 8 galletas, la cosa es más razonable, más controlada. Además quedan muy bien y no sufren nada al congelar la masa.
Yo me moría de ganas por comer alguna, porque el chocolate amargo es mi verdadera debilidad. Y ahí es cuando reparé en que, viendo la receta, era más que posible que funcionara también sin gluten.
Y funcionó.

Y ahora tengo prohibido hacer estas galletas en una temporada muy, muy larga. Porque aparte del cacao lo que llevan es una cantidad indecente de mantequilla. A mí me recuerdan al shortbread escocés, o las galletas bretonas que son todo mantequilla y un poquito de harina para mantenerlo todo unido. Estas, además, con una generosa parte de cacao. Así que no, no tienen gluten, pero son para contadísimas ocasiones, porque son un exceso dietético en toda regla. Aun así, no podía quedarme este descubrimiento solo para mí, y aunque las hagas muy de cuando en cuando, verás como son un auténtico espectáculo. 


Galletas de chocolate sin gluten

Ingredientes

50 g de chocolate negro
200 g de mantequilla en pomada
150 g de azúcar
50 g de miel (opcional)
1 huevo grande, ligeramente batido
350g de harina sin gluten
50 g de cacao

 
Preparación


Derretir el chocolate en un recipiente al baño María o al microondas con cuidado de no quemarlo. Reservar y dejar enfriar ligeramente. Con la batidora de varillas, en un bol grande,  batir la mantequilla con el azúcar. Añadir el chocolate derretido, la miel y los huevos y meclar de nuevo. Tamizar encima la harina y el cacao. Mezclar hasta que se forme una masa. Dividir la masa en dos piezas, y llevar al frigorífico unos 30 minutos.
En la superficie de trabajo, poner una bola de masa entre dos hojas de papel de horno. Extender con el rodillo amasador, hasta dejar una plancha de masa de medio centímetro, aproximadamente. Cortar las galletas con un cortapastas a tu gusto. Dejar reposar las galletas en la nevera mientras se calienta el horno a 180 ° C. Hornear las galletas durante 10 minutos.  (yo suelo poner 10 minutos la primera bandeja y 8 minutos las siguentes porque tienden a tostarse demasiado en los bordes).


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