A finales de octubre los pasillos del súper donde suelo hacer la compra se poblaron súbitamente de turrón, mazapanes y algún espumillón, aún tímido, pero rotundo. Este año apenas me incomodó la prisa por hacernos llegar la Navidad. Mis padres estaban visitándome y pude prepararle a mi madre el helado de turrón que no había tomado antes y que por cierto, le encantó. Así que no sólo no me importó la anticipación, sino que me vino muy bien para tener a mano el turrón para el helado. Después de esto, me volví ciega al atracón de Navidad que venía encima.
Habitualmente, la temporada navideña en mi casa se daba por inaugurada a mediados de noviembre, cuando J. volvía un día de la compra con un Panettone capaz de alimentar a un regimiento. Así, sin previo aviso, empezamos siempre el ambiente navideño. Luego, en el puente ponemos la decoración, y ya comienza la recta final.
A J. le encanta este dulce, y realmente es de los pocos que compramos en Navidad. Pero este año no le he dejado demasiada tregua. Últimamente, casi siempre hay algún postre en casa a mano, y todavía no se había animado a traer uno.
El martes, antes de ir a dormir, con el árbol de Navidad y el Belén ya reinando en el salón, visité el blog de
Los Postres de Teresa. Os lo recomiendo si aún no lo conocéis. Es una amiga bloguera que hace una repostería que me encanta. Y allí estaba, a las doce de la noche leyendo su maravillosa receta de Panettone. Y no pude evitar levantarme y dejar preparada la primera masa para poder hacer a lo largo del día siguiente este maravilloso panettone que ha llenado mi casa de un olor de lo más navideño.
Yo sólo he utilizado pasas, porque es lo que tenía a mano, pero si se ponen frutas escarchadas y pepitas de chocolate, también es delicioso. Este panettone no es complicado, pero exige algo de planificación por los tiempos de levado de la masa, por lo que recomiendo hacerlo en fin de semana. La textura es superesponjosa, y el catador oficial (y casi profesional) de panettones ha dictaminado que ya no volverá a comprarlos, lo cual, junto al atracón que se ha dado mi hija pequeña son la prueba indiscutible de que esta receta es una maravilla. Y yo apenas he sentido la necesidad de cambiar ni una coma de la receta original!
Muchas gracias por compartirla, Teresa.
Ingredientes (para 6-8 personas/ molde desmoldable de 20 cm de diámetro)
Primera masa
125 gramos de harina de fuerza
85 ml de agua
10 gramos de levadura fresca de panadero
Segunda masa
2 huevos
Media cucharadita de sal
75 gramos de azúcar
300 gramos de harina de fuerza
85 gramos de mantequilla ablandada
85 gramos de agua
10 gramos de levadura fresca de panadero
1 cucharada de agua de azahar
150 gramos de pasas (remojadas en un poco de coñac y aclaradas bien con agua luego). Opcionalmente: otras frutas escarchadas, pepitas de chocolate, etc.
1 huevo batido o 2 cucharadas de leche para pintar la superficie.
Preparación
Pimera masa.
La noche anterior, mezclar la levadura con el agua tibia, e incoporar a la harina. Mezclar bien y dejar levar toda la noche, en un bol grande (doblará su tamaño) cubierto con papel film.
Segunda masa
Tamizar la harina, formar un volcán y añadir en el centro la levadura disuelta en el agua tibia, los huevos, la mantequilla, el azúcar, la sal, el agua de azahar y la masa que hemos preparado la noche anterior. Mezclar bien con un robot de cocina unos minutos. Añadir las pasas, frutas y pepitas de chocolate si lo usamos. La masa quedará mucho más pegajosa que la del pan, pero ha de ser así. Poner la masa en un bol cubierto con un paño limpio humedecido en agua, o con papel film, y dejar que doble su volumen durante unas 2 horas. Pasado este tiempo, amasar un poco para quitarle el aire y poner en el molde que se vaya a utilizar pintado de aceite. Yo usé un molde desmoldable de unos 20 cm de diametro y unos 9 cm de altura. Dejar reposar la masa de nuevo otras dos horas más o menos. En mi caso subió toda la pared del molde y algo más, con la forma típica del panetone. Pintar la superficie con un huevo batido o con leche. Llevar al horno precalentado a 180 º unos 35 minutos o hasta que una brocheta clavada en el centro salga limpia.