Gofres con revuelto de salmón ahumado

noviembre 28, 2012
Este verano durante mis vacaciones me encontré con una combinación parecida a la que traigo hoy como desayuno en mis vacaciones. El hotel en el que estaba te preparaba en el momento un bagel relleno de huevos revueltos con salmón ahumado, y yo, que adoro desayunar salado y fuerte (y aún más cuando no sólo tengo tiempo para hacerlo, sino que además, me lo preparan) reconozco que lo tomé más de un día y que me dejó un recuerdo delicioso de ese hotelito.
Así que originalmente el gofre era un bagel. Pero hace unas semanas Lekué me envió para probar unos moldes de gofres y cuando pensaba en qué receta hacer,  recordé ese desayuno maravilloso y supe inmediatamente que ya tenía una receta para probarlos.
He de decir que esta receta de gofres elimina un ingrediente fundamental de este postre: la mantequilla. Para los adictos, podéis seguir las indicaciones de la receta que propone Lekué en el video que os pongo más abajo para ver cómo se usan estos moldes.
Los que, como yo,  os queráis ahorrar la mantequilla en este desayuno, seguid la receta que os pongo, que sirve como base para cualquier combinación salada que queráis probar.
Naturalmente que es diferente,  pero para mí el resultado es mucho más que aceptable y al final contiene muchas menos grasas que las recetas habituales. 
Con el revuelto es lo mismo, puedes cambiarlo por lo que quieras, los revueltos lo admiten casi todo, pero a mí este me gusta particularmente para el desayuno.

Gofres con revuelto de salmón ahumado

Ingredientes


Para los Gofres (salen unas 6 unidades)

250 gramos de harina con levadura incorporada (harina para bizcochos. Yo no consigo el mismo resultado con harina + levadura, por lo que para esta receta os aconsejo esta harina)
350 gramos de leche
2 huevos
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de eneldo (opcional)

Para el revuelto de salmón ahumado
2 cucharaditas de aceite de oliva
6 huevos
1/2 vaso de leche
150 gramos de salmón ahumado

Preparación

Precalentar el horno a 220 grados. Poner en un bol los ingredientes de los gofres y mezclar enérgicamente con las varillas hasta tener una mezcla cremosa y sin grumos. Poner en el molde de gofres de Lekué y llevar al horno 8 minutos aproximadamente.
Sacar, dar la vuelta a los gofres y dejar que se han por el otro lado, ya sin molde, 5 minutos más o hasta que estén tostados.
Para el revuelto, calienta el aceite en un cazo amplio de fondo grueso. Añade los huevos ligeramente batidos, y cuájalos a fuego medio, removiendo continuamente. Cuando empiecen a cuajar, añade la leche y sigue removiendo. Retíralos del fuego y remueve la mezcla fuera del calor de vez en cuando para que no cuajen demasiado rápido. Añade casi todo el salmón cortado en trocitos (reserva un poco para decorar), dale otra vuelta y retíralo del fuego. Sirve inmediatamente sobre los gofres calientes y decorado con un trocitos de salmón.

1080 fotos de cocina: Vichyssoise fría

noviembre 25, 2012
Vichyssoise fría


Hace unos días que publiqué esta sopa fría como contribución de este mes al proyecto 1080 fotos de cocina. 
Como veis, voy ampliando el rango de mis modelos de manos. 

Espero que os guste (y si no os apetece fría ahora, caliente es una crema de puerros finísima!)

Tarta de chocolate rápida

noviembre 20, 2012

Incluso a la chica más sana del mundo le puede quitar muchas penas un buen pedazo de tarta de chocolate, con capas, con una buena cobertura entre las láminas de bizcocho, decadente y totalmente pecaminosa. Exactamente como la que ves en la foto. 

Para una chocoadicta como yo esta tarta es irresistible. Te quita el deseo de un buen trozo de pastel, te deja con la sonrisa satisfecha, y la boca manchada de chocolate como un niño, feliz y dispuesta a aguantar lo que venga, al menos mientras dura su sabor en los labios.

Hay veces en que no hay nada comparable a una buena tarta de chocolate, y hay veces en que la quieres inmediatamente y sin destrozar tus esfuerzos por cuidar de lo que comes. Para esos momentos está esta tarta de hoy.
Esta tarta tiene dos cosas únicas que te van a encantar: 
  • He quitado la mantequilla y la he sustituido por queso desnatado. Eso hace que el sabor no cambie demasiado -cambia, aunque el resultado es más que aceptable-, y que además, los bizcochos queden mucho más ligeros, igual que la cobertura.

  • Y se hace en el microondas, con lo que es super rápida, y evitas encender el horno, que  muchas veces también es un engorro.

El resultado, eso sí,  es apto solo para amantes del chocolate en estado puro (claro que si no es tu caso, puedes no ponerle el cacao al bizcocho y hacerlos blancos), para días terribles en los que solo una tarta así puede hacerte sonreír, o para antojos de último minuto que además de rápidos no te harán sentir tan culpable. 

Eso sí, mejor compártela!





Tarta de chocolate rápida

Ingredientes
Para el bizcocho de chocolate:

200 gramos de queso freco desnatado (yo uso el queso freco batido desnatado de Mercadona)
4 cucharadas de cacao en polvo
4 cucharadas de harina
200 gramos de azúcar (también lo puedes sustituir por un edulcorante que aguante el calor)
4 huevos
1 sobre de levadura de repostería (tipo Royal)

Para la cobertura
300 gramos de queso blanco desnatado
50 gramos de chocolate de cobertura
4 cucharadas de cacao en polvo
100 gramos de azúcar glacé


Preparar primero la cobertura: 
Derretir el chocolate en un bol en el microondas y mezclar con el queso y el cacao. Añadir el azúcar. Mezclar muy bien con una espátula, probar y rectificar de azúcar si fuera necesario. Llevar al frigorífico cubierto con papel film hasta el momento de usarlo.

Preparar el bizcocho: 
Primero mezclar el queso y el cacao en un bol con una espátula hasta que quede una mezcla homogénea. En otro bol, batir los huevos, añadir el azúcar y la harina y la levadura y mezclar muy bien. Añadir a este bol la mezcla anterior de queso y cacao, mezclar hasta conseguir una mezcla homogénea.
Repartir la masa en  dos moldes aptos para microondas de unos 20 cm, (de silicona o de un solo uso). Poner en el microondas tapado durante unos 6-8 minutos a máxima potencia (800W en mi caso - El tiempo dependerá de la potencia del microondas). Dejar con la puerta cerrada otros 2 minutos, sacar el molde, dejar templar, desmoldar y dejar enfriar por completo en una rejilla. Hacer el segundo bizcocho. En mi caso uno de los bizcochos salió mucho más alto que el otro, así que uno de ellos lo corté por la mitad. Si salen iguales, se puede hacer la tarta solo con dos capas.
Cubrir uno de los bizcochos con la cobertura que ha estado todo el tiempo en el frigorífico. Empezar con un par de cucharadas en el centro y extender hacia el exterior, dejando poco más de un centímetro aproximadamente hasta el borde. Poner el segundo bizcocho y cubrir de nuevo con la cobertura. Terminar con la última capa y cubrir con el resto de la cobertura (sobrará). Extender con una espátula larga hasta que la superficie esté lisa y homogénea.


POR CIERTO: SIGUE EN MARCHA, HASTA EL DÍA 30 DE NOVIEMBRE, EL CONCURSO CON PYREX. DEJA TU COMENTARIO AQUÍ: CONCURSO PYREX

Concurso con Pyrex

noviembre 13, 2012


Hoy tengo muchas cosas que contar y esta vez no son de twitter. 

Para los que no os hayáis fijado en el banner que lleva unos días en la columna derecha, "Tengo un horno y sé cómo usarlo" es uno de los "blogs recomendados de Pyrex".

¿Y eso qué significa? Pues básicamente, que estos chicos tienen muy buen gusto. 

Y ahora, en serio, Pyrex ha seleccionado un grupo de blogs para colaborar con ellos en la difusión de sus productos, y entre ellos está el mío (lo dicho, qué buen gusto tienen!) 

Ya os adelanto que no he recibido una contraprestación económica por esta colaboración. Lo que sí he recibido ha sido un lote de productos para probar su calidad (ese que veis en la foto superior  y que es una auténtica gozada para todo cocinillas que se precie), y sobre todo, la posibilidad de compartir con vosotros algunos productos que ellos aportan para que pueda hacer un concurso y podáis comprobar también de primera mano que lo que digo es totalmente cierto. 

Yo conozco la marca y me inspira toda la confianza del mundo. Pero gracias a este proyecto la estoy redescubriendo, porque como podéis ver, no sólo hace productos de cristal que pueden ir al horno (que era hasta donde yo los tenía ubicados mentalmente).  Además, si repásais la foto superior, hacen sartenes (esa de la foto hace unas tortitas de desayuno los fines de semana de auténtico vicio, confirmado por las catadoras oficiales de la casa), fuentes de horno antiadherentes, y muchos otros productos, de cristal y de otros materiales.

En los próximos meses seguiré hablando de ellos, porque yo también lo estoy descubriendo (y probando en mis recetas: tengo un par que quiero enseñaros muy pronto).

Pero hoy nos toca ir directamente a lo importante. 

MI PRIMER CONCURSO!!!!! 

Aquí donde me veis, más de dos años de blogueo y aún no había hecho ningún concurso. 

Así que aprovecho que cuento con los productos de Pyrex para lanzar el primer concurso del blog. 


La mecánica del concurso es muy sencilla: 

1. Deja un comentario en esta entrada diciéndome qué plato salado y qué plato dulce harías con los moldes que forman el lote regalo. 

La única condición es que las dos recetas deben compartir un ingrediente: la harina (eso sí, puede ser de lo que tú prefieras: de trigo, de maíz, integral, de garbanzo, de arroz, de almendra... imaginación al poder).  

No hace falta que me dejes una receta entera, basta con una idea, una sugerencia de un plato. Mejor si explicas claramente el plato en el que piensas: "una tarta" como receta dulce está bien, pero mejor si me dices que es con base de masa quebrada, rellena de crema y cubierta de frutas y mermelada, y así nos hacemos mejor todos a la idea, vale?

2. Hazte seguidor del blog si no lo eras ya (qué le voy a hacer, me hace mucha ilu llegar a los 1.000 seguidores ;-)

3. Deja un e-mail de contacto en tu comentario o no podré comunicarme contigo en caso de que ganes el concurso.


El plazo acaba el 30 de noviembre a las 23.59, hora peninsular española. Este concurso se limita a usuarios que puedan aportar una dirección de envío postal de España.

Una vez cerrado, asignaré un número a cada uno de los comentarios registrados, y haré un sorteo aleatorio para elegir el comentario ganador. El ganador recibirá como regalo, patrocinado por Pyrex, un lote con los siguientes regalos:














Yo tengo muchas ganas de probar los dos. ¿Quién será el afortunado que lo haga conmigo?

Muchísima suerte a todos!


Ensalada de lentejas y arroz

noviembre 02, 2012

En casa siempre hemos comido las lentejas con arroz. Toda la vida. No les poníamos patata, ni zanahoria, sino arroz. Cuando iba por ahí y me ofrecían lentejas, yo esperaba ver un plato moteado de blanco con los granitos del arroz, y con los sabores de casa.

Pero solía venir una sopa oscura, más o menos espesa, sin nada blanco para iluminarla. Y con muuucho sabor a lentejas.

Ya sabéis que fui una niña terrible para comer. Todos los niños extrañan los sabores, pero en mi caso es que mi repertorio de comidas no es que fuera pequeño, era más bien diminuto. Y no, no era una niña caprichosa. Era fisiológico. Durante toda mi infancia comprábamos la leche fresca, recién ordeñada. Quedaban algunas vaquerías en el pueblo y podíamos ir con la lechera a buscarla cada noche antes de la cena, la hervíamos, y la tomábamos al día siguiente. Hacía una nata espectacular, pero, sobre, todo, era leche entera y natural a más no poder.

Y cuando nos íbamos de vacaciones mi madre compraba la leche envasada. A mis hermanos les sabía raro, pero después de un par de días se adaptaban. Yo vomitaba. Mi pobre padre tuvo que descubrir que aún quedaban un par de puestos donde vendían leche fresca en el mercado y consiguió que no me pasara todas las vacaciones sin tomar la papilla.  Tardé muchos años en poder controlarlo, pero la naúsea no desaparecía. No era una niña caprichosa. Simplemente, mi cuerpo funcionaba así. 

Y con las lentejas era algo parecido. Me preguntaban si me gustaban, decía que sí, y cuando me sacaban ese plato sin nada de arroz me daba la impresión de que me habían hecho trampa.


Luego descubrí que en casa de muchos de mis amigos tampoco las tomaban con arroz y empecé a pensar que era una combinación de mi madre. Pero hace un tiempo alguien me explicó que tomar las lentejas con arroz ayuda a asimilar sus minerales y vitaminas, y confirmé que la sabiduría que tienen muchas de las combinaciones que se han hecho en casa van más allá de las modas. 

(Aquí me apunto mentalmente que tendré que dedicar un post completo a otros hábitos: que todas las noches en casa de mis padres se cenaba verdura y sí, primer y segundo plato, incluso para cenar; y que todos los días del año había una ensalada en la mesa para compartir, nunca fue un primer plato y muchas otras cosas que eran de lo más saludable).


Lo de las lentejas con arroz, por tanto, viene de largo, en mi caso. Incluso cuando las he hecho en ensalada, como en esta receta, he combinado los dos. Tengo grabada a fuego esta combinación, y me encanta, así que si funciona, ¿por qué arreglarlo?

Eso sí, estas lentejas no tienen nada que ver con las que suelo tener en casa.

Son el resultado de un paseo por el mercado con mi amiga Teresa, hace un tiempo. Nos paramos en un puesto en el que tenían estas lentejas, de la variedad coral, que se cocinan muy rápido y se digieren muy bien porque no tienen piel.

Se cocinan tan rápido que la única precaución es estar atentos al punto. Bastan unos 6-8 minutos después de que rompan el hervor para que estén perfectas. Si se pasan un minuto a partir de ahí se deshacen fulminantemente. La vendedora nos lo advirtió, pero no pensé que fuera tan estricto. 

Creedme: esta ensalada la hice después de hacer una crema de lentejas con el primer intento, porque se me pasaron en un minuto más o menos y se rompieron todas.


Ensalada de lentejas y arroz

Ingredientes (para 2 personas)

200 gramos de lentejas coral
100 gramos de arroz blanco cocido
Lechugas variadas al gusto
Una cebolla morada
Un manojo de rabanitos
Aceite de oliva
Vinagre
Sal
Pimienta negra molida

Poner una olla con agua al fuego. Cuando rompa el hervor, añadir las lentejas y salar. Cocer unos 6 minutos y revisar a partir de ese momento. Sacar inmediatamente y escurrir en un colador. Refrescar un poco con agua fría para cortar el hervor, y dejar enfríar.

Cortar las lechugas, la cebolla y el rabanito, mezclar con las lentejas y el arroz (cocido y enfriado) en un bol, aliñar con aceite y vinagre y probar. Rectificar de sal, añadir la pimienta  y servir.

 
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